Ideas

Jalisco, ¿podemos hacer algo por la seguridad?

Si le preguntamos a nuestras autoridades, sea el gobernador, los alcaldes, el secretario de Seguridad o el fiscal, Jalisco está muy bien en seguridad, vamos por el camino correcto y pareciera que todo es cuestión de tiempo para que esa tendencia a la baja en los delitos que ellos presumen llegue a cero. Pero no es así. Lo saben ellos y lo sabemos y sufrimos los ciudadanos todos los días. En los municipios metropolitanos, los números de este último año Gobierno apuntan a que terminaremos con incremento en casi todos los rubros. No tiene caso discutir las cifras con los gobernantes, ellos por su naturaleza seguirán en el combate estadístico de la delincuencia, como bien lo nombró Guillermo Zepeda Lecuona. Para algunos de ellos lo que va de por medio es su autoestima. La pregunta es si desde Jalisco se puede hacer algo más allá que recurrir a la insoportable cantaleta de “es un tema federal”.

Por supuesto que sí, pero implica tomar decisiones que hasta ahora los gobiernos metropolitanos y el estatal, por las razones que sean, han decidido no tomar. Si vemos las experiencias en otros estados y otras grandes ciudades lo que ha funcionado no son grandes ideas revolucionarias sino continuidad en las políticas públicas e inversión creciente. Podemos estar de acuerdo que si hay una localidad complicada en materia de seguridad es la Ciudad de México. Sin duda la capital es donde más se da el narcomenudeo; sin embargo este no genera ni de lejos el número de asesinatos que tenemos en Jalisco. Los buenos resultados y la mejor percepción de los últimos años son fruto de un trabajo de varios sexenios con dos componentes principales: una importante inversión en tecnología (básicamente un C5 que sí sirve) y un número de policías por encima de lo recomendado por organismos o internacionales y capacitados que aseguran una mayor rapidez en la respuesta. Por supuesto que tener Policía y tecnología no es lo único, pero es la base.

Otro elemento fundamental es una Fiscalía que sirva. No sólo necesita independencia política, esa es la piedra angular, también es necesario que tenga recursos humanos y materiales suficientes para el tamaño y complejidad de la delincuencia actual. Si no dotamos a nuestros policías investigadores de lo mínimo no esperemos resultados máximos. Por supuesto que hay muchas otras cosas por hacer, algunas tan obvias como el alumbrado público y otras tan complejas y necesarias como el control de los penales. En cualquier caso, la base es un gran acuerdo social de invertir lo que se necesite para garantizar seguridad. Una decisión así implica reducir la inversión en otras áreas; esa es justo la decisión que tenemos que tomar como sociedad.

Nuevo León es un ejemplo de que sí se puede transformar la seguridad desde lo local y también hoy es el ejemplo vivo de que no se puede bajar la guardia, que la seguridad no es batalla de un día sino una lucha permanente. 

La mejor inversión que puede hacer hoy Jalisco es invertir en su seguridad.

Síguenos en

Temas

Sigue navegando