Después de Teocaltiche, ¿qué?
El operativo de fuerzas federales y estatales para enfrentar al crimen organizado en Teocaltiche ha sido sin duda una buena noticia para los habitantes del municipio que vivían bajo el yugo de grupos en conflicto. Es evidente que no basta con la intervención policiaca, detrás de esto deberá venir mucho trabajo de reconstrucción de las instituciones municipales y acciones que permitan ir restableciendo poco a poco la confianza y el tejido social. Sin dejar de aplaudir y reconocer la positiva acción de ambos gobiernos y los funcionarios involucrados en la decisión y en la que ha sido, hasta ahora, una operación muy bien llevada, hay varias preguntas que vale la pena poner sobre la mesa:
¿Por qué hasta ahora? En mayo del 2021 se publicó en El Informador la noticia de que había al menos siete comunidades desplazadas por el nivel de violencia en el municipio de Teocaltiche y se reportaron desde entonteces balaceras y enfrentamientos, uno de ellos con siete personas muertas. ¿No se pudo haber evitado una gran cantidad de sufrimiento a la comunidad si se hubiese actuado antes? ¿Qué tiene que pasar para que los gobiernos actúen? Evidencia de lo que ahí sucedía sobraba.
¿De verdad nadie sabía lo que estaba pasando con la Policía municipal de Teocaltiche? De acuerdo con lo que se dio a conocer en los últimos días, la Policía de municipal era un refugio de delincuentes, muchos de ellos con órdenes de aprehensión en otros estados, pocos habían pasado los exámenes de control y confianza y usaban armamento no registrado ante la Sedena, ¿nadie en el Gobierno del Estado o el Gobierno tenía estos datos?, ¿cuántas corporaciones de Policías municipales hay en esta situación en Jalisco? De acuerdo con un informe de inteligencia de 2019, en 69 de los 125 municipios (poco más de la mitad) los alcaldes electos en 2018 habían entregado el control de la Policía al crimen organizado.
La pregunta obligada entonces es: ¿cuántos municipios están en la misma situación que Teocaltiche? Es evidente que no se puede recuperar todos los municipios al mismo tiempo y hay casos como Jilotlán de los Dolores, donde hasta conformar Gobierno ha sido un dolor de cabeza, como también lo es que en el Sur, en la Costa, en el Norte, en la sierra y ahí mismo en los Altos hay municipios tomados, en mayor o menor medida, por el crimen organizado. ¿Hay un plan para el rescate de estos municipios o sólo para aquellos que son incómodamente mediáticos?
Las lecciones de Teocaltiche son, uno, que sí se puede, que los gobiernos son más fuertes que las bandas de crimen organizado y dos, que entre más tiempo pasa mayor costo tiene para la población.
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