Claudia Sheinbaum, ¿hay Plan D?
El famoso Plan C de López Obrador y adoptado por Claudia Sheinbaum, que implica ganar la Presidencia y las cámaras con más de 66 por ciento, de manera que el Presidente pudiera presentar iniciativas de reforma constitucional el día de su último informe, se ve cada día más lejos. Son varios Estados donde, por problemas internos o malas decisiones, Morena podría perder las elecciones a gobernador e incluso al Senado.
En las elecciones estatales se está configurando un escenario de retroceso en el que la coalición de la llamada 4T podría perder cinco de las nueve gubernaturas que disputan. A las tres que no gobiernan actualmente -Jalisco (MC), Yucatán (PAN) y Guanajuato (PAN)- podrían sumarse Ciudad de México y Veracruz, donde el Frente avanza gracias a las debilidades de Morena. Morelos y Puebla no serán para nada el trámite que esperaban y pueden incluso dar alguna sorpresa -sobre todo el primero que Cuauhtémoc Blanco dejó hecho un lío- pero hoy por hoy parecen quedarse en manos de Morena. En Tabasco y Chiapas no tendrán problema alguno para seguir gobernando.
Si no ganan Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Guanajuato y Nuevo León (que son, en ese orden, el segundo, tercereo, cuarto, quinto y sexto Estado por el número de curules que aportan) la posibilidad de una mayoría constitucional en la Cámara de Diputados es prácticamente imposible. Incluso llegar a los 285 diputados que entre Morena y sus aliados obtuvieron en el 2021 parece un escenario complicado.
En el Senado las cosas no pintan mucho mejor. Si bien en Jalisco, por un fenómeno de división del voto opositor, Morena podría quedarse con los dos escaños en la Cámara alta y en cinco Estados (Guerrero, Chiapas, Tabasco, Quinta Roo y San Luis) podría meter tres senadores para la coalición Sigamos Haciendo Historia (dos para Morena y otro más para alguno de los partidos satélite) también lo es que en Estados donde actualmente gobiernan están acusando problemas serios en la elección de senadores, como es el caso de Michoacán. Diferentes estudios coinciden en que difícilmente Morena y aliados mantendrán el número de senadores que tienen actualmente.
La pregunta es si Claudia Sheinbaum tiene un Plan D, un plan para gobernar democráticamente y el diálogo con la oposición. Evidentemente que todo candidato sueña con llegar a gobernar con mayorías que le permitan implementar sus proyectos sin dilación y con apoyo de las cámaras y los gobernadores. Desde 1997 esto no sucede. Claudia tendrá que echar mano de los personajes que tienen habilidades políticas en su equipo y que gozan de cierta confianza y reputación con la oposición y que ciertamente no son los personajes más cercanos a López Obrador. El Plan D es el escenario en que se fortalecen personajes como Marcelo Ebrard y Juan Ramón de la Fuente.
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