Ideas

Adiós a Cristina

Murió Cristina Pacheco. Del cajón de los recuerdos, y como un homenaje en su partida, rescato este texto que, a manera de presentación, escribí hace doce años, cuando mereció el Premio Fernando Benítez en la FIL de 2011. Sólo he cambiado los tiempos, hoy tristemente pretéritos, y la frase final.

Cristina nació en San Felipe, en San Felipe Torres Mochas, un pueblo que ha defendido su nombre a capa y espada. San Felipes hay muchos, pero sólo éste tardó casi 250 años en construir las torres de su iglesia. Le quisieron nombrar Ciudad González, en honor al presidente compadre de Porfirio Díaz; no pegó. Después, San Felipe de Hernández Álvarez, en honor a un gobernador de Guanajuato; tampoco se dejó. De todos modos, San Felipe se llama y las torres mochas son su identidad. Ahí le tocó nacer a Cristina Romo Hernández hace menos años que historias, y en la Ciudad de México le tocó vivir desde los cinco, en aquellos años en los que el Distrito Federal era la región transparente y el ferrocarril, el símbolo de la fuerza y la modernidad de aquel inmenso océano urbano donde Cristina se convirtió en Cristina Pacheco. En ese mar citadino aprendió a bucear para rescatar los mejores tesoros: las historias cotidianas, los personajes detrás de una puerta o de una ventana que abre a nuevos mares, nuevas realidades, nuevas identidades. 

Cristina Pacheco tuvo muchos trabajos: editora, periodista, conductora de radio y televisión, pero sólo un oficio: el de narradora. Estudió letras en la UNAM. A los 19 años comenzó a publicar sus primeras colaboraciones en El Popular y en Novedades y a los 25 años era ya directora de la revista Familia. Donde más la leímos fue en Uno más Uno, en la revista Siempre! y en el “Mar de historias” en la contraportada de La Jornada domingo a domingo. 

Cristina Pacheco mantuvo además una presencia permanente en radio desde 1990. Su fama nacional la hizo en televisión, en la escasa y valiente televisión cultural de este país. Los programas “Séptimo día”, “Así fue la semana”, “De todos modos Juan te llamas”, “Aquí nos tocó vivir”, “Periodismo y algo más” y “Conversaciones con Cristina Pacheco” fueron una isla de inteligencia en la pantalla chica. 

¿Libros? muchos: de narraciones, de entrevistas, de crónicas y de cuentos infantiles, algunos de ellos memorables. Desde “Zona de desastre” o “El corazón de la noche”, hasta “Humo en tus ojos”, son todos ellos jirones de ese México diverso, sorprendente y maravilloso que Cristina pescó para nosotros en su propio mar. Si, libros tiene muchos y premios aún más. En varias ocasiones ganó el Premio Nacional de Periodismo; fue merecedora del Premio Rosario Castellanos por su obra literaria; obtuvo diversos premios por sus programas de radio y televisión; reconocimiento a su trayectoria y a su calidad de ciudadana comprometida y el premio de periodismo cultural Fernando Benítez en 2011. 

Cristina Pacheco fue, es y será una de las consentidas de los lectores mexicanos. 

Que llamen a duelo las campanas en las torres mochas de San Felipe: Cristina ha partido, y navega ya en su mar de historias infinitas.

diego.petersen@informador.com.mx

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