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Días de guardar y buscar pleito

¿Qué hiciste el 25 de diciembre a las diez de la noche? Ese día, a esa hora, en plena Navidad, 199 personas reñían en el Área Metropolitana de Guadalajara. Lo sabemos porque a esa hora la autoridad recibió ese número de llamadas al 911 para reportar a una persona agresiva.  

El Escudo Urbano C5 compartió estadísticas sobre conflictos vecinales en estos días de guardar. Pasaron desapercibidas pero las retomo porque revelan un patrón de nuestra conducta social cada vez más violenta.  

Del primero al 27 de diciembre de 2023 se atendieron tres mil 053 llamadas al 911 por personas agresivas que intentaban dañar o lesionar a alguien. En la víspera de Navidad, el domingo 24 de diciembre, se recibieron 531 llamadas por individuos beligerantes, el más alto de esa semana.  

Es interesante saber qué colonias concentraron más reportes: Ladrón de Guevara (40), Moderna (33), Del Fresno (32), Oblatos (29), Americana (27), San Juan de Dios y Artesanos Sagrada Familia (25 cada una), Hacienda Santa Fe (21), Villa Fontana Diamante (20) y Villa Fontana Aqua (17).  

El Escudo Urbano C5 también compartió datos de hace un año. Del 1 de diciembre de 2022 al 1 enero de 2023 se registraron tres mil 934 reportes de personas agresivas.  

Algunas colonias se repiten: Oblatos (47), Americana (45), Moderna (34), Hacienda Santa Fe (30), Ladrón de Guevara (29), Rancho Nuevo y Villa Fontana Aqua (28 cada una), Miramar y Belisario Domínguez (25 cada una) y San Juan de Dios (23).  

Los reportes por ruido excesivo en esos periodos son ligeramente inferiores a las llamadas de auxilio por riñas o personas agresivas. En 2022 se recibieron 2 mil 926 reportes por vecinos escandalosos y en 2023 se elevó a 3 mil 583 reportes.   

Es muy significativo porque las tres principales causas de conflictos vecinales, según el Inegi, son, en ese orden: el ruido excesivo, la basura y el estacionamiento. Me aventuro a suponer que ahora una parte considerable de esas diferencias escalan con más facilidad hacia la violencia física. De ahí que los reportes de agresividad superen al resto.  

Sin dejar de lado, claro, que en este periodo navideño el consumo de alcohol aumenta la conflictividad social. No es gratuito que la Colonia Americana registre esta conducta antisocial ante la proliferación de bares. Sin embargo, me pregunto cuántas de esas llamadas fueron para reportar a un familiar, es decir, que la riña se dio en el núcleo básico de nuestra sociedad.   

Los desacuerdos siempre existirán. El conflicto es inevitable. Lo que al parecer ha cambiado es nuestra capacidad para resolver, sin violencia física, un desacuerdo vecinal o familiar. Su escalada revela una patología social en donde los conflictos comunitarios son un eco de la macrocriminalidad que vivimos como sociedad. Los primeros como síntomas y la segunda como enfermedad.  

Jalisco tuvo la Navidad más violenta del país con 11 homicidios, todos registrados en el Área Metropolitana de Guadalajara. No hay que minimizarlo. Un pleito vecinal o familiar también puede ser letal. La violencia homicida no atribuible al crimen organizado ha sido poco estudiada y casi siempre le precede la violencia comunitaria. Hoy hasta un incidente vial te cuesta la vida.

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