Ideas

Diario de un snob

* ¿Visión o premonición de un gran escritor mexicano?
* Nos referimos al casi olvidado Martín Luis Guzmán
* Descifró en 1923 los problemas de un exceso de autos
* Tomó como ejemplo Los Ángeles, California
* Metafóricamente acomodamos a La Cenicienta

Hoy poca gente recuerda a MARTÍN LUIS GUZMÁN autor de muchísimos títulos con extraordinarios tirajes para un país como México que entonces contaba con diez veces menos habitantes de los que hoy tenemos. Por citar un solo título “LA SOMBRA DEL CAUDILLO”, debieron hacerse unas 50 o 60 ediciones. Cada una de 10,000 o 15,000 ejemplares. Otro tanto debió suceder con “EL ÁGUILA Y LA SERPIENTE” o también “MEMORIAS DE PANCHO VILLA”... Tirajes realmente extraordinarios máxime tratándose de un estupendo escritor que cultivó el ensayo, la novela, la biografía y la historia en derredor muchas de las veces de la política mexicana (o para ponerlo más claro, describiendo a la perfección a los políticos mexicanos de su época con sus vicios y... ¿virtudes?). Nació un 6 de Octubre de 1887 en la Cd. de Chihuahua y conoció muy de cerca el movimiento revolucionario misma época y circunstancias de nuestro notabilísimo MARIANO AZUELA, solo que al paso de los años este último ha corrido con mejor suerte en la memoria colectiva del de por sí olvidadizo público lector mexicano. Se exilia en 1923 mediante un aviso que oportunamente le precisa Don ALBERTO J. PANI pues ÁLVARO OBREGÓN le tenía en la mira para “despacharlo al otro mundo”. El personaje central de LA SOMBRA DEL CAUDILLO no era otro que el Gral. FRANCISCO SERRANO y con ese sentido de observación y la finísima y aguda prosa que GUZMÁN tejía en sus historias (y desde luego ciertas) sobre los abusos de los nuevos llegados al poder; ofende a los generalotes y bueno... logra partir en tren a Nueva York acompañado de su esposa ANA WEST y sus hijos. Suponemos que hacen una larga travesía y paran un tiempo en Los Ángeles, California y teniendo como destino final Madrid. Desde España colabora con diversos diarios de la Cd. de México y en 1925 firma un artículo “TRÁFICO Y FELICIDAD”, que por reducido espacio solo anotamos aquí sus muy precisas observaciones y cual si fuera vidente o las hubiese escrito apenas ayer dice “… El genio que invento el automóvil dio al mundo, sin saberlo, otros dos inventos más: la ciudad contemporánea y futurista, hija del automóvil, como lo es Los Ángeles, y el gran problema que a su vez constituyen el problema del tráfico de autos en las viejas ciudades”. “Estos dos inventos marginales se resuelven en una nueva clasificación de los centros populosos: el grupo de los que son modernamente habitables, y el de aquellos donde la modernidad es un nuevo sacrificio... y un peligro”. Cual si fuera un experto en urbanismo el escritor añade: “Por ejemplo en Los Ángeles claro que se puede vivir maravillosamente a pesar de los millones de autos, por la simple razón que la ciudad misma se edificó con el criterio de que todo se tendría que realizar montado en un coche y no caminando...”. Absolutamente de acuerdo y concluye “De tal forma que si no se llega a resolver el problema de tráfico -mientras las ciudades antiguas no se reconstruyan- de todas formas aun reconstruidas sólo se habrá mitigado en parte el problema, para después volver a los mismos conflictos vehiculares... y, encima de todo, valdría la pena utilizar soluciones análogas en asuntos de este orden en Madrid... a las que imperan en Norteamérica. Profunda visión tuvo don MARTÍN LUIS GUZMÁN para hacer estas aseveraciones hace ya casi 100 años. Y pensar que aquí en está GUADALAJARA seguimos dando prioridad al auto por sobre todas las cosas. Es tan sencillo como querer a toda fuerza que las horrorosas hermanastras de LA CENICIENTA... las infelices Anastasia y Griselda -conminadas por su madre- calzar la delicada zapatilla que no es de SU medida así se les retuerzan los pies... Aquí en su momento y porque no se sabía lo que el destino de las grandes ciudades traería consigo, ciertamente no forzaron la “delicada zapatilla de la mentada Cenicienta”, más bien demolieron y reconstruyeron una más o menos elegante y más ancha y así funcionó un cierto tiempo... Hoy ya ni hay CENICIENTAS de pie breve y delicado... tal vez sólo malvadas hermanastras patonas y lagartonas... y mucho menos elegantes PRÍNCIPES que las seduzcan... Tampoco hay ya” Hadas Madrinas “que en alegre canto con su comparsa de ratoncitos de “ bidi bivadi bi vu” resuelvan el problema como sucedía o nos hicieron creer que sucedería en esta otrora hermosa PERLA... Y así, colorín colorado, que este cuento bien cierto por el momento se ha acabado...”. ¡Cooorte!

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