Día de los explotados
Hace tiempo que el Día Internacional de los Trabajadores dejó de ser una jornada de lucha de la clase obrera mexicana para convertirse en una celebración hueca y un mero ritual encabezado por supuestos dirigentes que, en su mayoría, han traicionado a sus representados.
Todos los derechos, es conveniente recordarlo, son producto de las luchas de los de abajo, de los oprimidos, de los marginados. Lo mismo ocurre con los derechos laborales que la clase trabajadora del mundo disfrutó durante un arco de tiempo que duró de fines del siglo XIX a fines del siglo XX.
El 1º de mayo conmemora una jornada de lucha desplegada por la clase obrera de la ciudad de Chicago, en los primeros meses de 1886. Una huelga iniciada el 1º de mayo de 1886, en demanda de una jornada laboral que implicara “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso”, fue brutalmente reprimida el 4 de mayo de ese año.
Tras la represión, los empresarios y el Estado persiguieron a algunos de los dirigentes de la huelga. El resultado fue la detención y juicio contra 31 responsables, quedando un juicio final contra ocho personas. Los jueces condenaron a prisión a dos obreros: Samuel Fielden y Oscar Neebe; y se condenó a muerte a seis personas: George Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons, August Vincent, Theodore Spies y Louis Lingg, un carpintero de 22 años que se suicidó en su celda antes de ser ejecutado.
Un año después la Segunda Internacional de los Trabajadores convocó a la primera conmemoración del 1º de mayo como Día Internacional de los Trabajadores. En México la primera conmemoración del día del trabajo se hizo al comenzar el siglo XX, y unos años después se llevó a cabo la primera marcha por el día del trabajo en Guadalajara.
Mediante un variado repertorio de luchas, entre ellas las manifestaciones cada 1º de mayo, la naciente clase obrera mexicana fue capaz de auto organizarse y combatir la explotación capitalista, logrando los derechos laborales que disfrutamos la mayoría de los asalariados casi todo el siglo XX.
Esos derechos y prerrogativas de la clase obrera mexicana fueron considerados un obstáculo a la acumulación de capital en México. Las políticas radicales de libre mercado, conocidas como neoliberales, aplicadas en el país desde hace 30 años tuvieron como objetivo central, combatir los derechos laborales y la organización independiente de los trabajadores. Y han tenido éxito.
Hoy, la clase obrera mexicana no cuenta con organizaciones de defensa y proyecto político propio, salvo pequeños contingentes independientes, se han perdido derechos, y sus condiciones de vida han empeorado enormemente. El salario mínimo que obtienen los trabajadores es de los peores del mundo, según el informe salarial de la Organización Internacional de Trabajadores (OIT).
Las organizaciones de la clase obrera actuales en el país, es una suma de burocracias anquilosadas al servicio del gobierno y de los empresarios. Los pocos sindicatos o agrupaciones individuales o están debilitadas o perseguidas. Por lo tanto, más que día del trabajo, hoy por hoy el 1º de mayo es esencialmente, día de los explotados. Serían necesarias otras jornadas de lucha para revertir esta situación
(rubenmartinmartin@gmail.com)