Democracia onerosa
Nuestra Constitución política establece en su Artículo 40 que México es una República representativa, demócrata y federal, integrada por estados libres y soberanos agrupados en una Federación.
Para alcanzar los fines que ordena nuestra Carta Magna, hemos pasado por varias etapas políticas; desde la independencia del reino español hasta la de un Gobierno mediocre, cruzamos por el centralismo, el imperialismo y la dictadura y llegamos al fin a un Gobierno elegido por la mayoría del pueblo que lo apoyó, que no fue la mayoría de los ciudadanos en edad de votar, sino sólo de aquellos que lo manifestaron con su voto, esto es, vivimos en una democracia participativa, aunque no es representativa porque no se manifestó por la mayoría de los ciudadanos. Nuestro sistema de Gobierno no cuenta con las técnicas necesarias para garantizar una mayor participación del electorado en la vida política. Nuestro país más que una democracia, es una partidocracia, porque basta con recordar que el PRI se llegó a considerar como el Partido Oficial que gobernó durante 70 años.
Por partidocracia debemos entender que estamos gobernados por poderes fácticos que no buscan el bien común, sino que lo hacen para beneficio propio y, si no, que lo diga forma en que se reparte el presupuesto que asignó a los partidos políticos una bolsa de siete mil 226 millones de pesos, casi mil millones más que el año pasado.
De esa cantidad, cinco mil 250 millones se destinaron para la operación normal de los partidos y sólo mil 575 MDP para gastos de campaña, lo que demuestra que con nuestros impuestos estamos manteniendo a los partidos políticos que se benefician con la asignación de cargos públicos para sus directivos y allegados.
La forma en que los partidos políticos se repartirán el botín se determinará una vez que se venza el plazo para que se registren las nuevas organizaciones que se convertirán en nuevos partidos. Por lo que ante lo jugoso del panal acudirán más moscas a libar la miel. A cada partido nuevo se le asignan 31 millones 505 mil pesos, en tanto que para los candidatos independientes sólo se otorga una bolsa por esta última cantidad para repartir entre todos los candidatos independientes que logren alcanzar su registro.
El costo de la democracia incluye el presupuesto asignado para el INE que es de un gasto superior a 19 mil millones de pesos, sujeto a aumento cuando presente su presupuesto definitivo para 2021. El presupuesto del INE para 2020 fue de 12 mil 493 MDP. Ahora piden un aumento de siete mil millones de pesos más porque habrá elecciones en casi toda la República para gobernadores, diputados y alcaldes.
El costo social de subsidiar a los partidos políticos es que estos recursos podrían destinarse a fines productivos que fomenten la economía, como el apoyo a Pymes, salubridad, educación e infraestructura. El pluripartidismo beneficia al partido en el poder porque pulveriza la votación de la oposición. En todo caso es mejor que sean menos partidos políticos con una oposición más fuerte que lograría un equilibrio en el poder en beneficio del pueblo en vez de un gobierno prepotente y abusador.