Del Toro le abre la puerta al enrachado Lemus
Una sacudida inédita a la clase política y gubernamental que modificó el escenario político electoral en Jalisco y la correlación de fuerzas al interior del gobernante partido Movimiento Ciudadano.
Todo eso fue y provocó el gesto amoroso y de entrega familiar expuesto por Ismael del Toro el martes pasado y que le ganó el reconocimiento de propios y de muchos extraños, al decidir renunciar a la búsqueda de la reelección en la alcaldía de Guadalajara y bajarse de la candidatura del partido Movimiento Ciudadano a esa posición, que lo ponía en la antesala de la postulación a la gubernatura del Estado, para estar cerca de su esposa y sus hijas en este momento difícil que todos deseamos se resuelva positivamente.
Pero la generosidad y determinación de Del Toro no sólo quedó ahí. Desde el lunes que tenía esa difícil decisión tomada, tuvo una larga platica con Pablo Lemus, alcalde con licencia de Zapopan y hasta hoy candidato a diputado plurinominal, con quien en su momento tuvo diferencias por la forma en que le disputó la candidatura tapatía desde el ayuntamiento zapopano.
A diferencia de lo que muchos pensaban, lejos de que Del Toro vetara la posibilidad de que Lemus ocupara el lugar al que él declinaba, en esa charla lo invitó a tomar la candidatura. Ese encuentro fue clave para que ayer el círculo más cercano al gobernador Enrique Alfaro, y al dirigente nacional de MC, Clemente Castañeda, como Hugo Luna y Enrique Ibarra, palomearan que Lemus entrara al relevo, que si otra cosa no sucede, será formalizado hoy.
Con la apuesta por Lemus, el alfarismo busca desvirtuar las versiones que hablan de una capitulación ante la Presidencia de la República con la entrega a modo de Guadalajara, así como el resto de especulaciones de los que se muestran incrédulos ante los motivos expuestos por “El Pope”, como la presunta debilidad de su candidatura o amenazas de grupos delincuenciales.
Inicialmente, y por el mal ambiente que en algún momento sintió de los cuadros alfaristas más cercanos al gobernador, Lemus dudó en asumir la candidatura por el riesgo de que desde dentro del gobierno y el partido naranja se jugara en su contra o hubiera brazos caídos para hacerlo perder la contienda y dificultar su aspiración gubernamental futura, pero al parecer, al menos en el discurso, hubo un cierre total de filas y Lemus prolongó su buena racha no sólo logrando ser el abanderado para Guadalajara por MC, sino con la ratificación de Juan José Frangie, su ex jefe de gabinete, como candidato a Zapopan, posición que muchos estimaban se modificaría para mantener los equilibrios internos en el partido naranja.
Veremos si ese cierre de filas pasa del acuerdo político al calor de la urgencia que provocó la sorpresiva y valiente decisión del principal operador político de Alfaro, y se refleja en un juego de conjunto cuando salten en 17 días a la cancha electoral tapatía.
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