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Dejen de notariar muertos y puntos de inundación

Ayer pregunté: ¿qué están haciendo las autoridades además de notariar las tragedias anuales por la lluvia y geolocalizar a detalle los puntos recurrentes de inundación? Para mi sorpresa, tengo la respuesta.

Tenemos un gran instrumento: el Mapa Único de Inundaciones (MUI) del Área Metropolitana de Guadalajara elaborado y actualizado cada año por el Imeplan. 

Esta herramienta única te dice -si descifras cómo funciona- que en 2020 había 312 puntos de inundación en la metrópoli. Ahora, en 2024, hay 371. Y cada punto está geolocalizado.

Te indica, por ejemplo, que hay 35 puntos de inundación en pasos a desnivel y su nivel de peligro es alto. 

Pero eso no es todo. Existe un apartado que contabiliza las inundaciones por año. No se asusten, pero en este sexenio hemos enfrentado en la metrópoli 4 mil 314 inundaciones hasta 2023. Algo así como 860 por temporal. 

Todo eso nos revela el Mapa Único de Inundaciones disponible en bit.ly/mapaunicogdl: 

Hay 17 zonas en donde una inundación puede llegar a los dos metros de altura. Zapopan es el municipio con más incidencias y luego Guadalajara. Esto no lo dice el mapa, pero de 2022 a la fecha han fallecido 16 habitantes de la metrópoli a causa de la lluvia. 

Este mapa único se genera con la información de nueve municipios metropolitanos, Protección Civil estatal, la Secretaría de Gestión Integral del Agua, el SIAPA, la Comisión Estatal del Agua, la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP), la Conagua y el Imeplan. 

El mapa tiene un indicador denominado Sitios de Inundación Mitigados para señalar “las zonas donde las acciones para la prevención y mitigación de inundaciones han evitado que se presenten eventos en los últimos cinco años”. Allí encontré mi respuesta. 

Nuestras autoridades han mitigado solo un punto de inundación en los últimos cinco años. Sólo uno. Se trata del ubicado en las calles José Figueroa y San Fernando, en Nueva Santa María, Tlaquepaque, en donde el ayuntamiento colocó alcantarillado pluvial, bocas de tormenta y construyó un parque. 

La falta de “miles de millones” tampoco debería paralizar a la autoridad. Mitigar, según la RAE, significa moderar, aplacar, disminuir o suavizar algo riguroso o áspero. 

Se me ocurren algunas formas de empezar: campañas reales, con ganas de que la gente se entere, con consejos y herramientas para monitorear la lluvia; señalética en los puntos de riesgo (eso hubiera ayudado a Paola) y sistemas de alerta inteligente, en los 35 pasos a desnivel que se inundan, no sólo en uno.   

Y no se necesitan millones. ¿Alguna otra idea? 

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