Ideas

Debate con tintes de soberbia, nerviosismo y opacidad

Es un hecho que el primer Debate Presidencial 2024 organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) quedó a deber en cuestiones técnicas y de logística, pero más allá de los errores y fallas de ese tipo, es fundamental echar un ojo a lo que reveló este primer ejercicio de contraste de ideas respecto de los perfiles de los tres candidatos, así como lo que poco ha trascendido, y me refiero al éxito sin precedentes que resultó ser esta contienda al romper récords de audiencia atrayendo la atención de 11.8 millones de televidentes.

Este primer debate entre las candidaturas a la Presidencia de la República postuladas por la coalición denominada “Fuerza y Corazón por México”, que representa Xochitl Gálvez; la bautizada como “Sigamos Haciendo Historia”, que tiene como aspirante a Claudia Sheinbaum; y la de Movimiento Ciudadano, que abandera Jorge Álvarez Máynez, nos dejó ver tres personalidades, aunque ciertamente acartonadas en un esquema de manejo reprimido de tiempos, y además tan mal manejado que impidió a los participantes un lucimiento mayor, que habría resultado quizá más ilustrativo para los espectadores que aún no tienen definido a quien otorgarán su voto o incluso cambiar la percepción de algunos de ellos tras verles y escucharles.

Más allá de estos señalamientos, y que la temática no generó lo que se esperaba, sí pudimos observar rasgos de su personalidad.

Hay quienes vieron ganar a Claudia Sheinbaum porque no contestó preguntas, porque mintió con seguridad, porque no se inmutó cuando le reprocharon lo ocurrido en el colegio Rébsamen donde murieron niños, ni cuando le recordaron la tragedia de la Línea 12 del Metro que colapsó por la falta de mantenimiento durante su Gobierno. Otros vimos a una mujer que, como se dijo en el tiempo de candidato del propio Andrés Manuel López Obrador, representa un peligro para México. Una candidata que engaña y falsea información sin remordimiento, que se niega a rendir cuentas, que actúa con soberbia, con altivez y altanería.

Por el contrario, la candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, escondió a Xóchitl Gálvez. Quizá en razón del nerviosismo o de un deficiente asesoramiento, lo que vimos fue a una candidata tirando jabs que se quedaban a medio trayecto. Si bien se puede decir que tocó todos los temas con los que tenía para noquear a la candidata de Morena, no logró conectar ninguno de sus golpes y la dejó llegar al final con apenas unos moretones. Se extrañó pues a la Xóchitl chispeante, a esa que como recibe da, a la ocurrente y ágil para responder y que es capaz de revertir las situaciones adversas a su favor, aunque lo cierto es que no perdió simpatías y logró al menos posicionar como tendencia la frase “dama de hielo”.

Y bueno, de Álvarez Máynez, poco qué decir, salvo que salió a cumplir un triste papel de esquirol para golpear a Gálvez y simular que tocaba a Sheinbaum. Lo único que dejó fue una serie de memes por su sonrisa espasmódica.

Pero más que entrar en detalles de quién ganó o quién perdió un debate, lo cual es muy subjetivo en razón de que la calificación no tiene un parámetro, no tiene un método para llevar una evaluación y cada quien tendrá su óptica, se sabe que el tema se aprecia dependiendo quién lo mire y generalmente con algún tipo de favoritismo, simpatía o situación de falta de empatía por alguien, y esto afecta obviamente la capacidad de expresar opiniones imparciales.

Lo que ha llamado poderosamente la atención en las reacciones al debate ha sido sin duda el malestar manifiesto del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien como bien hemos dicho con anterioridad, le gusta ser el niño en el bautismo, y el centro de atención en los grandes eventos y esta no fue la excepción, siendo que airadamente reprochó en su conferencia “mañanera” los agravios que a su juicio ocurrieron durante la contienda de los candidatos.

Con tono sarcástico, espetó:

“Qué mal estamos en salud, sin reconocer absolutamente nada, qué mal en educación, qué mal en todo. Aun así, no pudieron dejar mal -yo no estoy hablando del partido- lo que se ha hecho en el combate a la corrupción”.

AMLO criticó las preguntas tanto de la gente como de los moderadores y se quejó amargamente de que no se le reconociera su desempeño en la administración gubernamental.

Sheinbaum intentó contener daños y aseguró haber defendido a la 4T con alma y corazón. Pero quedará para la posteridad que no metió las manos al fuego por los hijos mayores del Presidente cuando directamente Xóchitl Gálvez le preguntó, “¿los investigarías a ellos, a sus primos y a sus amigos de contratos millonarios?“, a lo que Sheinbaum se limitó a responder “Sí, sí tiene pruebas que las presente ante el Ministerio Público”.

Así pues, se tuvo oportunidad de ver un primer escarceo de quienes aspiran a ocupar la silla presidencial.

Y como ya lo mencionaba al inicio, no fue poca la gente que estuvo pendiente de esta confrontación de ideas. 11.8 millones de ciudadanos sintonizaron el debate en televisión y plataformas de streaming, informó la Consejera Carla Humphrey Jordan, presidenta de la Comisión.

Detalló que las transmisiones de las interpretaciones simultáneas en lenguas indígenas lograron 15 mil 404 en maya, 22 mil 481 en náhuatl y 40 mil 509 en tsotsil. En Facebook, el primer debate presidencial tuvo cuatro millones 97 mil 900 reproducciones y las vistas en X suman 774 mil 400.

En su intervención, Rodrigo Gómez, CEO de HR Ratings Media, puntualizó que, de los 76 millones de televidentes proyectados, hubo 13.7 millones de mexicanos de dos años en adelante que estuvieron expuestos al debate.

Entre las personas mayores de edad, dijo Rodrigo Gómez, “el dato es de 11.3 millones de personas” que sintonizaron el debate a través de canales tradicionales de televisión, pero si se suman las plataformas digitales vistas mediante la televisión, se logra un alcance de 11.8 millones de personas que lo sintonizaron.

Respecto a la audiencia, 55% de quienes vieron el debate son mujeres; 19% tienen educación media o superior; 82% tienen Internet; 22% pertenecen a una familia con jóvenes de entre 13 y 18 años; 46% son amas de casa y 47% personas de nivel socioeconómico ABC+, precisó.

El siguiente debate está programado para el próximo domingo 28 de abril en la Ciudad de México, y es lo deseable se superen problemas de logística y errores técnicos y se genere un mejor formato de manera que los candidatos puedan gozar de mayores tiempos para que se permita un verdadero encuentro y confrontación de ideas acorde a lo que está en juego para nuestro país.

opinión.salcosga@hotmail.com

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