¿De verdad, México es el segundo país más feliz del mundo?
México es el segundo país más feliz del mundo, decía la noticia. La leí y revisé la fecha de publicación. No era el día de los Santos Inocentes ni tampoco el April Fool’s Day, que utilizan nuestros vecinos del norte para enviar noticias de broma. Jueves 1 de agosto 5:00 de la mañana hora de México.
El Happy Planet Index dice que México en cuestiones de felicidad supera a todos los países del mundo, con excepción de Costa Rica. Es el ranking 2019. ¿Será el factor AMLO?, estará pensando más de uno de ustedes. La respuesta es: no. Porque en la lista correspondiente al año 2016 también estábamos en el segundo lugar. Entonces gobernaba Enrique Peña Nieto o quizá Luis Videgaray.
¿Cómo se hace esta lista que nos tiene en tan alta estima? La elabora cada tres años The New Economics Foundation, un think tank liberal británico que promueve la creación de un modelo diferente de creación de riqueza, uno en el que se promueva la igualdad, la diversidad y la estabilidad económica. El grupo que lo produce aspira a crear un instrumento que sea más eficaz que el PIB o que el Índice de Desarrollo Humano para captar lo que vale la pena. Una nueva economía requiere nuevas formas de medirla, decían los autores en la presentación del Happy Planet Index, en el 2006. El Happy Planet Index pondera cuatro factores: la expectativa de vida de los habitantes de un país; qué tan satisfechos están los residentes de un país con la vida; la huella ecológica, y la equidad.
En el Índice del Planeta Feliz, México obtiene un puntaje de 40.7, debajo del líder mundial, Costa Rica, que tiene 44.7. El tercer lugar es Colombia y ninguno de los países escandinavos aparece en el top 10. Esto es raro, pero más aun el que Luxemburgo aparece como el segundo país más infeliz del mundo, rodeado de países africanos. Luxemburgo, en el lugar 139 de 140. Me surge más de una pregunta, pero me quedo con esta: ¿Se deprimirán más los luxemburgueses al saber su lugar en el mundo feliz?
Volvamos a México. Ganamos el segundo lugar con una expectativa de vida de 76.4 años; una huella ecológica de 2.9 que es un tercio que la de Estados Unidos o casi la mitad de Gran Bretaña y con una ponderación de 19 sobre 100 en equidad. En grado de satisfacción con la vida sacamos 7.3. Se mide a través de una encuesta hecha por Gallup a 1,000 mexicanos, como parte de una investigación mundial.
¿No les parece sospechoso el índice? México alcanza el segundo lugar, a pesar de ser el lugar 39 de 140 en expectativa de vida; el número 11 en satisfacción de la vida; el 77 en huella ecológica y el número 60 de 140 en equidad. Con una simple operación aritmética, estos números dan para situarnos en el número 46. No sé cómo llegamos a la medalla de plata, si no estamos en el top 3 en ninguna de las categorías evaluadas. Si les parece que es un poco rudo el querer desacreditar un ranking en el que México tiene una posición tan elevada, quizá tienen razón. Me preocupa el autoengañarnos, porque tenemos mucho trabajo por hacer. ¿Puede ser feliz un país con tanta violencia? ¿Podemos sentirnos satisfechos viviendo en una sociedad donde 12% de las viviendas carece de servicios básicos... en un país donde 28% de las personas trabaja más de 48 horas semanales y además emplea más de 16 horas semanales en desplazarse del hogar al trabajo, ida y vuelta?
(lmgonzalez@eleconomista.com.mx)