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De regreso a casa

En una semana en la que los Juegos Olímpicos de París nos han entregado emociones a raudales, pudiendo disfrutar de atletas portentosos y de disciplinas deportivas espectaculares, que increíblemente sólo generan interés en la gente cada cuatro años y en el marco de unos Juegos Olímpicos, fue presentado Javier Aguirre como nuevo entrenador de la Selección mexicana y Rafa Márquez como su auxiliar. 

Tal vez la única certeza de todo lo que se dijo fue la ubicación del departamento del Vasco en la CDMX.

Los presentadores fueron Ivar Sisniega y Duilio Davino, los que como dicen una cosa dicen otra. La falta de credibilidad flotaba en el ambiente, ambos directivos fueron repetidamente cuestionados sobre las contradicciones de lo que dijeron o de lo que les dijeron que dijeran y los acontecimientos, respondiendo incómodos e intentando “patearla al corner”.

Javier Aguirre asumió una postura de ser políticamente correcto, con respuestas de las que no sé si el propio estratega estaría convencido.

Dijo que no empezaba de cero sino que había un proyecto, afirmación difícil de creer, sobre todo porque desde el fracaso en el Mundial de Qatar, más que procesos han habido ocurrencias. 

Después de tanta palabrería que hemos escuchado, las declaraciones son lo de menos; quien quiera creer está en su derecho e igualmente quien se quiera emocionar por la tercer gestión de Aguirre al frente del Tri.

Según el “Vasco” hay tiempo para revertir lo que según esto no está tan mal (si no estuviera mal, tal vez él no estaría aquí.) Ojalá que Javier tenga razón y le vaya bien.

Pronto sabremos si seguirá con el cambio generacional o si volverán Ochoa, Henry, “Chucky”, Gallardo, ya que a finales de mes deberá entregar la convocatoria para la Fecha FIFA de septiembre.

Mientras tanto, en Estados Unidos se sigue desarrollando la Leagues Cup, que cuando a los equipos de la Liga MX les va mal, se dice que no le interesa a nadie, y que nada más van por los dólares y muchas cosas mas, que tal vez tengan argumentos que los sustenten.  Cuando les va bien los descalificativos a la competencia se atemperan.

Hay equipos mexicanos que ya vienen de regreso y cuya eliminación se podría considerar “normal”: casos Puebla, Xolos, Querétaro y Atlético de San Luis.

Pero no la del Guadalajara, que por segundo año consecutivo no pasa de la Fase de Grupos. En esta edición las Chivas fueron incapaces de ganar un partido. Ante los californianos San José Earthquakes y el Galaxy de Los Ángeles, sufrieron para empatar en tiempo de compensación para después sucumbir en penales. El equipo popular y estandarte del futbol mexicano ya hizo maletas para regresar a casa con otro fracaso a cuestas, aunque para algunos la palabra fracaso no aplica cuando se trata del Rebaño. 

Y los Chivahermanos se tienen que seguir conformando con las masivas serenatas antes de cada partido, de multitudinarias recepciones en los aeropuertos, vaya, con lo que es propio de su indiscutible popularidad, pero que no es suficiente para ganar partidos y mucho menos campeonatos, que es lo que quieren.

Seguramente en Verde Valle no habrá consecuencias por lo sucedido, aunque valdría la pena analizar si requiere refuerzos. 

Lo del Monterrey es un fracaso del tamaño del Cerro de la Silla. Como consecuencia de quedar eliminados en la Fase de Grupos de este torneo, podría  significar el punto final de la gestión de Fernando Ortíz como entrenador de los Rayados, ya que con el “Tano” han ido de fracaso en fracaso.  

Unos con mejor futbol que otros, pero en la ronda de eliminación directa ya están los que se presumía estarían: Tigres, Pachuca, Cruz Azul; se incorporará el América, seguramente hoy Toluca y Atlas se sumarán a Pumas, Santos y Necaxa.

Sabemos que equipos de los estarán en la siguiente ronda tienen la exigencia del título y cuales serán los que a partir de ahora lo que hagan será ganancia.

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