De la nueva Constitución a la nueva conformación
Entre los muertos por COVID-19 deberíamos contar a la llamada Refundación de Jalisco, ese proyecto de nueva Constitución que el gobernador Alfaro enarboló desde la campaña y que no fue capaz de emocionar ni a su círculo más cercano. Murió el 8 de julio, fecha en que tentativamente se lanzaría la convocatoria para un Constituyente. En medio de la pandemia esta idea quedó como lujo excéntrico. Las prioridades cambian. En este caso yo sostengo que para bien, pues la Nueva Constitución nos habría metido en una discusión bizantina en medio de una realidad política, económica y de salud que obliga a no dilapidar recursos y fuerzas en ello.
Por si fuera poco, la nueva realidad política del Estado no muestra vientos favorables para los naranjas, ni siquiera con el PAN de su lado. Además de Morena y sus aliados, cuya fuerza viene del presidente y del ejercicio del presupuesto, y que a diferencia de lo ocurrido en el 2018 en la próxima elección será un hueso duro de roer en la zona metropolitana de Guadalajara, los nuevos partidos complican aún más el escenario para el gobernador y su partido.
Hagamos (lo que diga el licenciado) es un partido vinculado al grupo político de la Universidad.
Lo que preocupa es la nueva conformación. Hoy en MC la obsesión es mantener Guadalajara y el Congreso para no terminar el sexenio antes de tiempo
Digamos que este nuevo partido es lo que quedaba del PRD local con un refuerzo de jóvenes feuístas cuya virtud puede ser darle un poco de frescura a los rostros del grupo, pero no deja de ser un apéndice político de la Universidad. Si mantienen su tendencia histórica de votación, los leones de Hagamos tendrán uno o dos diputados plurinominales.
La incógnita de Futuro es si mantienen la votación que obtuvo Kumamoto en su candidatura al Senado. 760 mil votos se ve difícil de alcanzar de nuevo. Sin embargo, si Futuro logra mantener 20 por ciento de la votación va a poner en un predicamento a los alfaristas y puede ser el factor que le quite la mayoría a la coalición PAN-MC en el Congreso del Estado.
Los tiempos cambian, ahora nadie habla ya de la nueva Constitución, lo que preocupa es la nueva conformación. Hoy en MC la obsesión es mantener Guadalajara y el Congreso para no terminar el sexenio antes de tiempo. El número mágico para el gobierno de Alfaro son 20 diputados, mismo que logrará sí y sólo sí gana la mayoría de los distritos. Si PAN y MC tienen hoy tantos diputados es porque en el reparto de pluris se quitaron de la votación efectiva -que es con la que se hace la contabilidad para asignar las curules de representación proporcional- los votos de los jóvenes del arbolito.
Muerta la Refundación, toda la carne a la elección.
diego.petersen@informador.com.mx