Ideas

Dama de compañía

Hoy por hoy las campañas políticas no son sólo los candidatos y candidatas. En una contienda electoral, el entorno más íntimo o cercano de quien aspira a un cargo de elección: su pareja, su familia, amistades… también comunican, se quiera o no, ya sea como parte de la estrategia o no. En México acabamos de tener un claro ejemplo.

En pleno Día Internacional de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, el pasado 25 de noviembre el ex Presidente de México, Vicente Fox, se refirió de manera despectiva y grosera a Mariana Rodríguez, la esposa del ex precandidato presidencial por Movimiento Ciudadano (MC), Samuel García.

“Hay mucho detrás de esa sonrisa y esa dama de compañía”, escribió el ex Presidente de México, Vicente Fox en su cuenta @VicenteFoxQue en “X”, antes Twitter, refiriéndose al precandidato y la joven empresaria e influencer.

“Señor, no soy una dama de compañía. Soy una mujer, soy licenciada, soy empresaria, soy esposa y soy madre. No le permito que hable así de mí, ni a ninguna otra mujer. No somos accesorios, ni objetos, ni puede faltarnos al respeto, y menos de esa forma tan vulgar”, le respondió Mariana Rodríguez, desde su cuenta @chavacanamayor también en “X”.

La presencia de las parejas de candidatos en las campañas no suele ser circunstancial; hasta el siglo pasado solía tratarse de una figura prácticamente ornamental, para la foto, para eventos de protocolo o siempre tras bambalinas. Algo que en la última década ha cambiado, con una participación cada vez más activa y visible, con mayor incidencia y alcance, encabezando alguna causa o como modelos de liderazgo, en busca de votos y simpatías. Hay contiendas donde han abonado al triunfo en las urnas.

Mariana Rodríguez es una mujer que tiene su propio capital (es empresaria, influencer y sabe comunicarse a través de redes sociales, donde tiene miles de seguidores), que ha puesto a disposición de la carrera política de su marido. Es lo más natural, es su pareja y lo está apoyando. Su presencia acompañándolo en entrevistas, reuniones, mítines, recorridos, no es casualidad, es parte del posicionamiento del ex senador. Y ella y su equipo lo saben. Lamentablemente, al momento de involucrar a la familia en una campaña política también se les expone y se les vuelve blanco de ataques (que jamás deben ser tolerados).

La agresión del ex Presidente al llamarla “dama de compañía” no tiene justificación. Ninguna mujer, sea quien sea, debe ser insultada o violentada nunca, por nadie, en ningún contexto o circunstancia. Mariana le respondió y lo evidenció. No se dejó. Y en sus redes sociales tenía el foro para hacerlo y el respaldo de miles de seguidores.

En estas y las próximas contiendas electorales seguramente será cada vez más común ver a las parejas de candidatos en las campañas, como parte de las estrategias de comunicación. Sirva su presencia para promover temas y alzar la voz por otras mujeres.

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