Cuidarse a tiempo
Parece que hay muchas personas que acaban mal del COVID-19, por no atenderse a tiempo, y eso los lleva a extremos que ponen en riesgo su vida.
Unos por incrédulos, otros porque lo niegan, unos más por necios y por hay, uno que otro por pasivo y no querer dar problemas. Pero el caso es que se descuidan, de tal manera, que llegan a un punto en que todo se les complica. Y ya ni las atenciones hospitalarias los ayudan a evitar un desenlace fatal.
Es evidente que lo más importante es prevenir, y seguir todas las recomendaciones que ya se han señalado; pero aun así hay tantas personas que de plano no hacen caso y como se dice vulgarmente, les vale, y no hacen caso de las advertencias.
Si empiezan por tener algún síntoma, como escalofríos, fiebre, dolor de cabeza o fatiga y se lo quieren atribuir a otros malestares y no a la evidente situación de múltiples contagios que ya estamos teniendo por todos lados.
Por mucho, es mejor detectar a tiempo el virus y buscar los remedios y el auxilio indispensable, en un momento oportuno, que dejarlo pasar y esperar a que se complique más.
Psicológicamente, una actitud así cae dentro de las negaciones y la procrastinación. La primera es muy obvia, porque de principio no queremos aceptar que ya hemos sido contagiados. Y de alguna forma, lo más común es resistirse a aceptarlo y además quererse convencer de que no pasa nada y que sólo se trata de una gripe más. Y la segunda, es esa tendencia a posponer y a dejar para mañana, lo que hoy debes de hacer. Es una falta de firmeza para afrontar los problemas en el momento que surgen y tomar acciones inmediatas. A lo cual también se resisten, poniendo cualquier cantidad de pretextos y argumentos para hacerlo después. Aunque en este caso de la pandemia, el después puede ser ya un asunto más grave y complicado. Por ello se recomienda tomar las decisiones pronto y mantenerse seguros de realizarlas sin boicotearse.
En ésta reflexión queremos subrayar la importancia de no hacer daño a los demás, descuidándose a sí mismos, porque una vez que ya estás contagiado, entonces la carga emocional y las múltiples tareas y acciones, recaen en los demás. Y eso, no parece justo, el cargarle la mano a los seres queridos por descuidos personales.
Amar a los demás, comienza por amarse a sí mismo, dañar a los demás también inicia en no ponerse en riesgos innecesarios.
Así que las cosas están muy claras, cuídate muy bien, cumpliendo con todas las recomendaciones, y en cuanto tengas algún síntoma, no lo dudes y de inmediato consulta con un médico. Hay tantas opciones, que no hay que dejarlo pasar. Si se detecta a tiempo hay muchos remedios y recursos terapéuticos. Pero ya avanzado el mal, si es mucho más complejo y complicado resolverlo.
Saber escuchar a tiempo consejos y a tu mismo cuerpo, te puede salvar, de lo contrario habrá mucho que lamentar. Yqueremos ser positivos y con una sana actitud, desde el principio.
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