¿Cuánto ha invertido Iconia en Huentitán?
Pasado el momento más crítico del torbellino político que provocó el caso Iconia con el injusto encarcelamiento de los estudiantes universitarios Javier Armenta, Ilich Cisneros y José Rojas, que se empezó a gestar con el rompimiento en 2021 de la más reciente alianza político electoral entre el Gobierno del Estado, que encabeza Enrique Alfaro, y el grupo político que controla la Universidad de Guadalajara desde hace más de treinta años y lidera el ex rector Raúl Padilla López, es momento de aprovechar que este asunto se haya colocado nuevamente en el debate público para que se aclare paso a paso cómo se dio la enajenación de este predio que era de todos los tapatíos, deslindar responsabilidades de los funcionarios involucrados y que hayan incurrido en irregularidades, y asegurar que los empresarios privados beneficiados paguen y devuelvan a la ciudad lo justo.
Por un lado, ayer el presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus, insistió que el haber cedido este espacio público en la zona de Huentitán fue un “error histórico”, y también reiteró que el daño es irreversible, es decir, que no hay manera de recuperar ese predio que el alcalde Alfonso Petersen negoció en 2008, y que desde aquella fecha han reclamado los vecinos.
Muy importante también será despejar la incógnita que ayer el propio Lemus dijo tiene su Gobierno de los términos en los que en diciembre de 2016 el Ayuntamiento de Guadalajara, siendo alcalde Alfaro, se desistió de una demanda y aceptó la transmisión de derechos y obligaciones a la empresa Operadora Hotelera Salamanca (OHS) y que la garantía cambiara de ser un predio en Salamanca, España, a uno en Baja California con valor de dos mil millones de pesos.
Por otro lado, si la Universidad de Guadalajara asegura que se puede reparar el daño patrimonial que sufrió la ciudad en este caso y acusa un fraude inmobiliario, es momento que sus especialistas y académicos señalen la ruta legal para hacer eso posible.
Finalmente, ayer el alcalde tapatío aseguró que las obras prometidas por Iconia van en tiempo y forma, excepto el jardín botánico que prometió la UdeG en el predio que se le donó en esa zona. Ayer el rector Ricardo Villanueva respondió que si no se ha hecho es porque no se ha construido una calle que lleve a ese terreno, y que también prometieron los desarrolladores de Iconia.
Es, pues, el momento de revisar palmo a palmo, con la confirmación de los vecinos de Huentitán qué obras sí y qué obras no se han hecho y cuáles están en proceso. Los constructores que se quejan en privado de estar atrapados y ser rehenes de una pugna de poder entre alfaristas y padillistas, aseguran que ya invirtieron más de 500 millones de pesos en obras, por eso sería oportuno también que ellos mismos organicen un recorrido por esas obras, para poder hacer una evaluación pública de si lo aportado es equivalente a lo que en su momento valía ese predio, ubicado en lo que para los constructores es ya una de las “pechugas” inmobiliarias más cotizadas de la metrópoli.
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