¡Cuál es tu educación cívica?
¿CUÁL ES TU EDUCACIÓN CÍVICA? Participar en una democracia va mucho más allá de depositar un voto en las urnas el día de las elecciones o de hablar de política en una charla de café.
Es tener una educación elemental sobre el Sistema Político Mexicano y conocer cómo funciona nuestra democracia.
Es tener la preparación mínima para ser un buen ciudadano, que tenga una información elemental y responsable, al conocer los derechos y los deberes que se tienen para con la comunidad.
Vaya, se tiene que empezar por saber cómo es el Sistema Político y Jurídico en México, es decir, cómo funciona el gobierno al contar con las tres instancias conocidas como el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
Poder comprender la diferencia entre un Diputado Federal y uno local y qué funciones desempeñan en la Cámara de Diputados. Lo mismo, para tener mucho más claro qué hace un Senador y qué papel juegan en relación a la Cámara de Diputados.
Es saber cómo se eligen a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia y qué papel desempeñan en la democracia.
Desde luego, ubicar muy bien en qué Municipio se vive y tener conocimiento del papel que juegan los Regidores dentro de la administración del Ayuntamiento.
Y saber de los Diputados y Senadores plurinominales y de cuántos partidos políticos hay registrados actualmente en el INE y cuáles son sus básicas propuestas ideológicas o su ubicación en la geometría política. Es decir, si son de derecha, izquierda o de centro.
Pues como nos hemos podido dar cuenta, es muy amplia la cultura cívica que hay que tener para ser un buen ciudadano.
El problema es que, en general, vivimos en la ignorancia y no sabemos casi nada de esta información básica.
Entonces, ¿qué podemos esperar de un país en que sus electores navegamos sin saber lo que pasa ni estar enterados de cómo funciona el Sistema Político y la democracia en México?
Realmente no le podemos pedir peras al olmo, y si queremos un mejor país, comencemos por elevar nuestra educación cívica.
Es una de nuestras más importantes responsabilidades.
¿Y quién se hará cargo de ello? Por ahora, cada uno de nosotros. Así que a echarle ganas. A ponernos a estudiar.