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Crisis política en Perú

Asistimos en Perú al mayor ciclo de protestas sociales que se ha presentado en más de dos décadas y ya ha dejado 49 personas fallecidas en el marco de operativos represivos desplegados por la Policía Nacional y el Ejército peruano, ordenadas por la presidenta Dina Boluarte.  

Aunque la crisis política en Perú viene de años (ha tenido seis presidentes en cuatro años), el actual ciclo de protestas surgió apenas el pasado 7 de diciembre, cuando el entonces presidente Pedro Castillo intentó disolver el Congreso nacional y convocar a elecciones extraordinarias y declarar el Estado de emergencia en la nación andina, pero este último manotazo de poder de este maestro rural electo en julio de 2021, quedó sin efecto. 

Una vez que se dio cuenta de que no contaba con respaldo popular y menos con el apoyo del Ejército o de fuerzas políticas, Pedro Castillo intentó en vano llegar a la Embajada de México en Lima para pedir asilo político. Pero el ex mandatario estaba tan aislado que su misma Guardia Presidencial lo detuvo y lo llevó ante la justicia.

¿Por qué ese último intento desesperado de Pedro Castillo para disolver el Congreso peruano? Porque el poder legislativo de ese país se había convertido en uno de sus más acérrimos adversarios y el mismo día que anunció su disolución, los diputados tenían contemplado votar por la “vacancia” legislativa para destituir a Castillo. Así lo hicieron más tarde y ese mismo 7 de diciembre la entonces primera vicepresidenta Dina Boluarte Zegarra fue investida como presidenta. Es la primera vez en la historia que Perú es gobernado por una mujer.

Varios analistas se preguntan por qué Pedro Castillo hizo este último intento por disolver el poder si estaba tan debilitado políticamente. Según algunos, porque fue engañado por los militares, quienes junto con otros sectores empresariales y oligárquicos, ya preparaban el golpe para destituir a Castillo desde septiembre del año pasado. Según Carlos Fazio, columnista de La Jornada, “le hicieron creer al presidente Castillo que contaba con el apoyo de las fuerzas armadas y la policía y lo indujeron a disolver el Parlamento (para que rompiera adrede el orden constitucional). Para eso fraguaron encuestas y le hicieron creer que tenía más de 40 por ciento de apoyo popular y el Congreso sólo 8 por ciento, por lo que iba a ser muy fácil tumbarlo y sería aclamado por la multitud” (26 diciembre 2022). No sucedió así y ahora Castillo se encuentra detenido y a la espera de ser juzgado por los delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión.

Pero a los días siguientes de la destitución de Castillo, comenzaron a surgir protestas, tímidas en Lima, y más intensas en las regiones campesinas e indígenas de Perú, donde el presidente destituido tenía más respaldo popular.

Pero la presidenta Dina Boluarte ha respondido con una represión y violencia estatal que no se conocía en el país al menos desde hace dos décadas, según la prensa limeña. Una primera oleada de protestas ocurrieron en diciembre pasado y había dejado ya 29 personas fallecidas, la mayoría por armas de fuego disparadas por elementos de la Policía Nacional o militares.

Tras la pausa de Año Nuevo, las protestas sociales han vuelto a resurgir en regiones como Puno, Cusco y Arequipa, no obstante, esta semana también se convocaron movilizaciones intensas en Lima, la capital. Pero la respuesta represiva ha sido todavía mayor como se evidenció con la represión en Juliaca la semana pasada, que ya ha dejado 18 fallecidos para sumar en total 49 manifestantes asesinados durante las protestas sociales.

¿Qué exigen los peruanos en las calles? La protesta social exige cuatro puntos: 1) renuncia de Dina Boluarte; 2) celebración inmediata de nuevas elecciones (están convocadas para abril de 2024); 3) que se convoque a nuevo Congreso Constituyente para hacer una nueva constitución; y 4) libertad de Castillo. 

Hasta ahora el gobierno de Boluarte dice que no cederá a estas peticiones, pero todo indica que la protesta social terminará por tirar a la actual presidenta para sumarse a la larga lista de presidentes peruanos destituidos y que los partidos tradicionales deberán escuchar y atender las demandas populares si quieren que se termine este ciclo de protestas sociales. El reclamo de la calle en Perú debe ser escuchado, y debe cesar la represión estatal.

rubenmartinmartin@gmail.com

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