Crédito al consumo y el 2018
E ntrados en gastos y en fiestas Navideñas, somos una sociedad que compra hoy y después ve como paga. Una Navidad sin regalos y sin una buena cena, no es Navidad. Una vacación sin salir de casa, tampoco es vacación.
Así somos los seres humanos. No solo los mexicanos. El crédito ayuda a elevar el nivel de bienestar de las personas, financiando una calidad de vida superior a la que se podría tener si los “extras” de una persona o su familia se limitaran al excedente de dinero que se tiene mensualmente. Pero muchos, sin embargo, ni siquiera cuentan con dicho “excedente”; dinero que sobra y que puede ser usado en más consumo, ahorro o inversión.
Ahora bien, el crédito mal originado o en exceso en una sociedad, como sucedió en la crisis inmobiliaria estadounidense de 2008, puede causar un serio daño al bienestar de las familias y a la economía en su conjunto. En el caso de México habría que poner especial cuidado en cómo se comporten algunas variables en este sentido, sobre todo a la luz de los incrementos en la tasa de referencia del Banco de México.
Desde el 2016 la TIIE ha pasado de 3 a 7.25 por ciento, y en Estados Unidos la FED ha incrementado la tasa de 0 a 1.25 por ciento en este mismo lapso. En ambos casos se prevé que en 2018 continúen las alzas. Hoy en tarjeta de crédito los mexicanos pagamos un interés promedio de 37%, en créditos de nómina de 26%, y en crédito en tiendas departamentales que atienden a la base de la pirámide, se presta con una tasa promedio del 80 por ciento.
En el 2018 continuará la incertidumbre en la economía por el NAFTA y por el impacto de la reforma fiscal en EEUU
En el último reporte de la CNBV hay un primer foco amarillo en relación a la cartera vencida crediticia. Del 2016 a la fecha la tasa de no pago viene creciendo ligeramente cada trimestre, de manera constante. Hoy los créditos de nomina y de tarjetas de crédito tienen casi un 6% de cartera vencida. Comienzan a ser números preocupantes. En el 2018 continuará la incertidumbre en la economía por el NAFTA y por el impacto de la reforma fiscal en EEUU, entre otras variables. En año electoral habría que tener especial disciplina en cuidar que estas variables no se sigan deteriorando.