Cordialidad naranja a la distante Presidenta electa
El jueves pasado por la tarde noche, desde el cónclave naranja realizado en un exclusivo salón de fiestas en el Sur de la ciudad, se despejó la incógnita de si habría o no respuesta a los desdenes que les ha mostrado Claudia Sheinbaum, quien ese mismo día pasó a la historia por ser la primera mujer en recibir la constancia de mayoría que la convirtió en Presidenta electa de México.
La sorpresa fue que pese a la negativa que Sheinbaum ha expresado en las últimas dos semanas de reunirse con el gobernador electo, Pablo Lemus, en tanto no se agoten las instancias que resuelvan los reclamos de fraude electoral que mantienen los morenistas y aliados en la elección de Jalisco, y en la capital Guadalajara, no hubo para ella un solo reproche.
Con la ausencia del mandatario estatal Enrique Alfaro, quien está de retirada del partido Movimiento Ciudadano (MC), y de su dirigente nacional, Dante Delgado, quien sigue sin acompañar la lucha postelectoral de quien fue su candidato a la gubernatura, y de su candidata a la presidencia municipal de Guadalajara, Verónica Delgadillo, los dirigentes emecistas en Jalisco tampoco reclamaron a Sheinbaum que le haya dado la bienvenida hace una semana, a la posibilidad de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) anule la elección estatal y ordene comicios extraordinarios.
Lemus, quien llevó la voz cantante en la reunión a la que convocaron a los miembros del consejo estatal del instituto político naranja, dejó claro en sus redes que el pleito es con los de Morena Jalisco, donde dijo, no permitirán que se roben la decisión del pueblo jalisciense.
“Quiero dejar claro que nuestras diferencias con Morena Jalisco no significan un pleito con la federación: reconocemos el triunfo de la doctora Claudia Sheinbaum y estamos seguros de que, cuando llegue el momento, podremos trabajar juntos por la gente de Jalisco y de todo México”.
Ya centrados en que el pleito es local, la dirigencia estatal de MC reculó en su petición de dos días antes, de que su correligionaria de Tlaquepaque, Citlalli Amaya, aceptara la derrota en los comicios del 2 de junio, y le prometieron respaldarla en sus reclamos de fraude electoral. Esto sin importarles que este nuevo posicionamiento se contrapone a sus peticiones de que Morena deje de quejarse de lo mismo.
Ese tono de moderación y ausencia de reproches a Sheinbaum lo mantuvo ayer Lemus, pese a no haber sido convocado el sábado pasado a la inauguración de la Presa El Zapotillo, aunque como debe ser en su papel de gobernador electo, siguió descartando la posibilidad que se anule y repita la elección, escenario que Morena da por descontado y la futura Presidenta de este País no descarta.
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