Contundente “Trumpfo” en Iowa
Apenas eran las 7:30 de la noche, 30 minutos después de iniciado el Caucus de Iowa -asamblea local del partido republicano-, sólo se había contabilizado el uno por ciento de los votos y todas las cadenas de noticias en Estados Unidos -MSNBC, CNN, Fox News y News Nation- ya proyectaban como ganador con amplio margen a Donald Trump.
“No hay vuelta de hoja”, dice el refrán, y es el caso con Trump, quien con esta victoria se proyecta prácticamente como el candidato republicano a la presidencia, dejando a una distancia muy considerable a sus contendientes Nikki Haley y Ron DeSantis. David P. Redlawsk, presidente del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de Delaware, dice que el Caucus de Iowa es una primera fotografía del apoyo de los votantes a los candidatos. “Iowa es un estado que influye absolutamente en todo el proceso electoral y parte de los candidatos que lo intentan y fracasan en ese estado, abandonan la carrera”, dijo el catedrático. Si antes del Caucus las encuestas mostraban un amplio margen del expresidente en su interés por regresar a la Casa Blanca, con este resultado se confirma que no tiene contendientes de peso que le arrebaten la nominación.
Todo será cuestión de tiempo para que su “boleto” para la elección de noviembre se consolide en las siguientes semanas cuando se llevan a cabo las primarias en todos los estados de la Unión Americana. Solo por citar un ejemplo, California -que es la entidad que más votos electorales aporta para la elección presidencial (55), de los 270 que se necesitan para ganar- dos terceras partes de los republicanos respaldan a Trump para ganar la nominación.
Sin embargo, la contundencia del triunfo de Trump acrecienta los temores de muchos sectores de la sociedad norteamericana. Algunos especialistas en temas militares, según reportó la semana pasada el periódico The New York Times, señala que “Trump podría convertir al ejército estadounidense -no partidista- en el brazo musculoso de su agenda política -le suena familiar-, mientras hace comentarios sobre la dictadura y devalúa los controles y equilibrios que sustentan los dos siglos de gobierno de nación y que lo califica como vieja democracia”. Y agrega el importante rotativo que “Trump ha planteado nuevas preguntas sobre sus intenciones si recupera el poder, al presentar una teoría legal de que un presidente sería libre de hacer cualquier cosa con impunidad -incluido asesinar a rivales políticos- siempre y cuando el Congreso no pueda reunir votos para acusarlo y echarlo del cargo”. Y agrega el diario estadounidenses que “preparándose para el posible regreso de Trump, una red poco tejida de grupos de interés público y legisladores está diseñando silenciosamente planes para tratar de frustrar con los intento de expandir el poder presidencial, que podría incluir presionar a los militares para que atiendan sus necesidades políticas”.
La verdad es que el contundente “Trumpfo” del expresidente anoche en Iowa debe ser una llamada de atención a todo el mundo, ya que el triunfo electoral que reclama de la pasada elección presidencial -donde perdió con Joe Biden- hace pensar que de llegar nuevamente a la Casa Blanca, podría tomar venganza en contra de muchos que le negaron “su victoria” y dentro del divisionismo se pudiera provocar la violencia, como ya la generó en la invasión al Capitolio.
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Daniel Rodríguez
daniel.rodriguez@dbhub.net