Ideas

Consulta ciudadana oficial

Pese a que la aceptación y el enganche casi inmediato del gobernador Enrique Alfaro a la provocación que el Presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó en días pasados a los 10 gobernadores de la llamada Alianza Federalista de consultar primero a sus ciudadanos si los respaldaban en sus amagos de salir del Pacto Fiscal, dividió de inmediato opiniones, en Casa Jalisco mantuvieron la decisión de iniciar la ruta para su realización el viernes pasado con la designación del periodista Enrique Toussaint como coordinador de estos trabajos.

Sigo pensando que por la crisis de salud que atravesamos por la pandemia del coronavirus, por los graves problemas de inseguridad y el estancamiento económico que ya padecemos, destinar energía y recursos al juego de las consultas parece inoportuno pese a la trascendencia y pertinencia del debate para la revisión de una Ley de Coordinación Fiscal evidentemente rebasada, y que puede darse sin convocar a este ejercicio, que para muchos, más que estar inspirado en una auténtica preocupación por los recursos para Jalisco, es parte de una estrategia de posicionamiento para proyectos políticos futuros de sus promotores.

Aunque también habrá que decir que la cerrazón mostrada por parte del Presidente para dialogar con los gobernadores inconformes e ignorar sus planteamientos desde que se dio a conocer el paquete económico para el 2021 y que no cambió un ápice en las discusiones del Congreso por la aplanadora de la bancada morenista, sirvió de coartada y justificación para que los gobiernos estatales asumieran este camino.

En el debate del reparto presupuestal que se ha dado hasta ahora hay claros indicios de manipulación de ambas partes. Desde el gobierno federal, que aunque ha respetado las fórmulas de reparto fiscal vigentes, también ha desparecido, por sus afanes centralistas, bolsas de participación federal que buscaban los estados para proyectos estratégicos. Los gobiernos estatales, por su parte, han hablado de descuentos millonarios en las asignaciones presupuestales para el próximo año sin acreditar debidamente sus cuentas, e incluso atribuyendo al Ejecutivo federal facultades que sólo tiene el Poder Legislativo para reformar la Ley de Coordinación Fiscal vigente.

Más allá de los grandes retos técnicos que representa hacer una buena consulta que deberá enfrentar el colega Toussaint en este riesgoso paso profesional que asumió, lo primero que tendrá que afrontar será el tratar de convencer que pese a tratarse de una consulta ciudadana oficial, por haber sido impulsada y presentada por el gobierno estatal, aún sin la inclusión de la Secretaría de Participación Ciudadana, que en teoría tiene el gabinete estatal para promover este tipo de ejercicios, no tiene los caminos ni los resultados ya marcados. Desde luego otro gran desafío será entusiasmar a la población en un debate que no está en sus preocupaciones cotidianas, con el peligro de que no encuentre esa conexión popular como sucedió con el tema de la Refundación que ni siquiera es ya un tema del círculo rojo. 

jbarrerar@gmail.com

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