Con el contragolpe noquea a Munguía
Esto es un negocio, lo demás es mero romanticismo, y Jaime Munguía es el súpermediano más popular, después del estadounidense David Benavidez, para que la industria del boxeo gane dinero de a de veras el 4 de mayo en Las Vegas.
Benavidez, estadounidense, a quien conocen con el sobrenombre "El monstruo mexicano", se debe reconocer que se hizo popular, y con altísimo rating, gracias a que ha retado, un día sí, y el otro también, a Saúl Alvarez. Por muchos meses ha caminado junto a la sombra del gigante comercial, gritoneando su palmarés invicto, que le ganó a Caleb Plant y Demetrius Andrade, con lo que se comprueba, por enésima vez, que en esta división de los súpermedianos, lo que existe son exponentes de media tabla.
Los presentados por "El monstruo mexicano", son boxeadorcitos, y él es un ejemplar rupestre, como otros muchos de sus paisanos, según eso, representantes del boxeo mexicano, tirapiedras, desconectados del arte de la defensa y el ataque, dirigen sus burdos conocimientos al rostro del oponente, no les interesa recibir castigo, que deja secuelas.
El filipino Manny Pacquiao dijo alguna vez que un cuarto enfrentamiento con Juan Manuel Márquez, no se efectuaría porque ese negocio estaba cerrado. Faltaba la opinión de la televisión estadounidense, la que decidió que el compromiso se montara, había mucho dinero de por medio.
"Canelo", tras sus recientes fracasos en pago por ver, sólo podía elegir entre dos nombres para retomar el rumbo del éxito en las ventas de la siguiente transmisión, el pedestre Benavidez, o el fajador Munguía, el resto de los elegibles poco representan en lo financiero.
Jaime Munguía es un boxeador con pobre defensa, tiene un vicio en toda su carrera boxística, lanza el jab y baja la mano derecha, descuida su mandíbula. "Canelo" desde que inició en esto, es propietario de un natural y veloz contragolpe, la herramienta para noquear al tijuanense en los seis primeros capítulos.
Si la pelea se empezara a hacer adulta, la fortaleza y hambre de triunfo de Munguía, marcarían la diferencia. Podría noquear a "Canelo", o ganar por la larga ruta. El boxeador tapatío baja su rendimiento del cuarto al octavo round, es histórico, tiempo en el que se observa lento.
Los jueces que designe la Comisión Atlética de Nevada para este encuentro, podrían, como en otras tantas noches anteriores, convertirse en el centro de atención con su veredicto.
Oscar de la Hoya esperó con paciencia "Canelo"-Munguía, está convencido que el tijuanense destronará al tapatío, y si el resultado que espera el "Golden Boy" es convincente, no habrá interés por una revancha, lo que marcaría el final de Saúl Alvarez como el mandón comercial del boxeo global... Y por ahí estaré atisbando.