Cómo ve AMLO a sus "corcholatas"
No será fácil al Presidente López Obrador elegir al candidato de Morena, es decir, a quien él supone que será su sucesor o sucesora.
Que la definición vaya a ser a través de encuestas imparciales es algo que no creen ni los morenistas.
Veamos cada caso, y porque no es tan obvio quién será el elegido o elegida por López Obrador.
1. Ricardo Monreal.
Monreal es un político que tiene una trayectoria propia aunque desde hace muchos años tiene un camino convergente con el Presidente.
Tiene criterio propio y una serie de episodios que lo distancian de AMLO.
En los primeros tres años del Gobierno actual operó de manera muy eficaz algunas de las reformas planteadas por López Obrador.
No obstante, en el 2021 cuando López Obrador percibió que Monreal operó en la alcaldía Cuauhtémoc en contra de la candidata de Morena, Dolores Padierna, algo que hasta ahora no le ha perdonado.
Sobre esta base es que pareciera que Ricardo Monreal no puede ser el elegido.
2. Marcelo Ebrard.
Ebrard es un político que también tiene trayectoria e imagen propias.
Ya fue una vez sucesor de López Obrador en el Gobierno de la Ciudad de México, aunque tuvo otra visión para gobernar la Ciudad de México.
Ebrard parece ser un político moderno con una agenda ambiental, política y social que eventualmente puede chocar con la visión arcaica y conservadora del Presidente de la República.
Por eso, López Obrador podría pensar que Ebrard tiene el potencial de conducir al país en un rumbo diferente al que él ha trazado.
3. Adán Augusto López.
El actual secretario de Gobernación, paisano y cercano colaborador de AMLO, emergió como el más reciente aspirante.
Durante los primeros meses al frente de Gobernación renovó la función de esa cartera que volvió a tener un gran peso institucional.
Se convirtió en el operador político más importante de López Obrador.
Para muchos, parece ser el candidato más cercano al corazón del Presidente.
El problema con Adán Augusto es que después de un arranque muy significativo tras haber llegado a Gobernación, su popularidad parece haberse estancado.
López Obrador probablemente no lo respaldaría si piensa que existe el riesgo de qué él no gane la elección del 2024.
4. Claudia Sheinbaum.
Para muchos, es la favorita. No obstante, ha habido un par de episodios que le han sido contraproducentes y que han puesto en duda esa inclinación.
El más importante de ellos fue el resultado electoral en las elecciones del 2021 pues Morena perdió en la Ciudad de México.
El otro elemento en contra es que en la gestión de sus primeros tres años de su gobierno, los temas de la agenda capitalina como la movilidad, el medio ambiente, o la equidad de género, no están entre los más cercanos al gusto de AMLO.
Esto implica que López Obrador podría temer que si la Jefa de Gobierno llegara a la Presidencia de la República bien podría desarrollar una agenda de políticas públicas diferente a la que él quisiera.
No la tendrá fácil.
Enrique Quintana
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