Cómo sacarle el máximo poder al iluminador
Es un placer estar una semana de nuevo en este su espacio deseando que se encuentren bien y listos para aprender del tema del día de hoy que será del tema del momento en el mundo del maquillaje: el iluminador. Pero a pesar de tenerlo más presente que nunca, no siempre acertamos al usarlo. De hecho, lo más probable es que lo estemos haciendo mal o no le saquemos todo el partido que le podríamos sacar.
¿Qué iluminador utilizo? Existe una gran variedad de iluminadores en barra, polvo, líquido y cremoso. Además, están disponibles en tonos desde el blanco más brillante a marrones cálidos, pasando por dorados, rosas y corales.
- Iluminadores en polvo: Son las tabletas que se pueden utilizar como rubor o sombras de ojos. Se aplica con una brocha asimétrica en los puntos específicos de la cara.
- Iluminadores en barra: Son densos y compactos, por lo tanto, son más potentes y aportarán más brillo a la piel.
- Iluminador en crema: Son similares al anterior, pero más cremosos. Se recomienda para piel seca y mixta, ya que pueden aparecer brillos no deseados en piel grasa.
- Iluminador líquido: Mucho más ligeros y gracias a su textura se extienden muy fácilmente. Aporta sensación de hidratación.
¿Cuándo se utiliza el iluminador? Primero se maquillan de manera normal, es decir, base liquida, polvo, bronceador y rubor. El último paso será aplicar el iluminador.
¿Cómo se usa? Depende del tipo de iluminador: en barra lo usaremos directamente desde el producto, en polvo necesitaremos una brocha acabada en punta y líquido con la ‘beauty blender’ o con una brocha de maquillaje. Tras difuminarlo y destacar la zona del pómulo, dibujaremos una raya en la nariz, si queremos potenciar esa zona. También señalaremos el arco de cupido para aportar más volumen al labio.
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