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Como el alcalde de Lagos

En “El Alcalde de Lagos y otras consejas”, don Alfonso de Alba narra magistralmente las anécdotas, en realidad mitos urbanos (más bien rurales) de un alcalde de esa ciudad de los Altos de Jalisco que tenía una muy peculiar manera de resolver los problemas. El más famoso de los desatinos del alcalde de Lagos es aquel letrero que rezaba: “Este puente se hizo en Lagos y se pasa por arriba”, con el que pretendía obligar a sus gobernados a usar el puente y pagar peaje, pues en el estiaje todos cruzaban el río a nivel y sin pagar. En otra ocasión, tras descubrir un bache justo frente a Palacio ordenó que se hiciera un agujero a un metro del bache y con esa tierra se le tapara, luego se haría otro agujero a un metro del anterior y con esa tierra se taparía el primero y así sucesivamente hasta sacar del pueblo al malicioso bache. Algo similar está haciendo el presidente con sus sucesivas bombas mediáticas: tapar con nueva tierra el hoyo anterior.

El año comenzó complicado para el presidente por una decisión que, independientemente de que estemos o no de acuerdo en ella, podemos coincidir que fue acelerada y mal planeada: la implementación del Insabi en sustitución del Seguro Popular y los cambios en el sistema de compras y distribución de medicinas. Estábamos en esa discusión cuando ante el fracaso de la venta del avión presidencial el presidente decidió plantear la rifa del avión como una forma de concentrar la atención en otro tema. La ocurrencia, llevada al límite, tuvo consecuencias muy graves, no sólo en la energía que invirtió el gobierno en sacar adelante algo que no dejará ningún beneficio al pueblo, sólo a los 100 afortunados que se llevarán a casa 20 millones de pesos, sino porque se gastó dinero público en la compra de “cachitos” lo cual, si no es ilegal, es decir, si la libran por algún resquicio legal, sí es irresponsable. 

El juicio a los ex presidentes es el nuevo hoyo para tapar el anterior. Nadie se opone a que lleven a juicio a los ex presidentes si cometieron delitos, pero no se necesita ninguna consulta para ello, lo que se requiere es que la Fiscalía se ponga a trabajar y lleve las pruebas ante un juez. Si viviéramos en un lugar normal (Juan Pablo Villalobos, otro ilustre laguense, dixit), la Corte tendría que echar para atrás la consulta porque el cumplimiento de la ley no puede ser sujeto de plebiscito, es obligación de gobernantes y gobernados. La pregunta que, en pocas palabras, cuestiona si usted está o no de acuerdo con que se cumpla la ley es a todas luces fuera de lugar. 

Como el alcalde de Lagos, el presidente quiere sacar el hoyo, el verdadero hoyo de su administración, que es el desastre en el sector salud, para llevarlo a otro terreno, lejos de Palacio.

diego.petersen@informador.com.mx

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