Colegio de Notarios
Desde los primeros años de la historia conocida, la necesidad de dar certidumbre a las transacciones comerciales o inmobiliarias y su registro dio origen al ejercicio notarial. Hace más de 5000 años, en las remotas civilizaciones sumeria y acadia, ya se consignaba su existencia. En París, en el museo del Louvre, se encuentra la famosa escultura del Escriba Sentado, modelada hace aproximadamente dos mil quinientos años. En las culturas maya y náhuatl ya existían personajes que desempeñaban este oficio.
En lo que es hoy nuestro país, el primer acto notarial registrado, fechado el 21 de abril de 1519, es la fundación de la Villa Rica de la Veracruz, a instancias de Hernán Cortés. Es el acta de nacimiento de lo que hoy llamamos México. En nuestra región, las primeras actuaciones notariales fueron consecuencia de la creación de la Villa de Colima por Gonzalo de Sandoval en 1523, siguiendo órdenes del Don Hernando. En Jalisco, esta actividad se reconoce y regula a partir del año 1851.
De los días 17 al 19 de octubre, se celebró en Puerto Vallarta el “XV Curso de Actualización y Convivencia Notarial 2024”, evento que se organiza por el Colegio de Notarios del Estado de Jalisco, Academia Jalisciense de Derecho Notarial, y al que cada año concurren un muy importante número de fedatarios de la entidad y algunos destacados juristas y funcionarios invitados para compartir sus experiencias con la audiencia. El propósito, que es mantener actualizados los conocimientos de quienes ejercemos esta especialidad jurídica, nos permite, además, reencontrarnos con viejos amigos y conocer a quienes se van agregando a este importante gremio, muchas de ellas, mujeres. Acudí en mi calidad de miembro de la citada agrupación. Debo compartirles que la calidad y organización fue excelente. Tanto las actividades académicas como sociales fueron de primera. Al margen de lo anecdótico, lo realmente relevante es que el Colegio, como otras instituciones intermedias vitales para el mejor funcionamiento de la administración pública y privada, mantiene su compromiso de mejoría continua, más aún cuando los avances tecnológicos exigen una permanente actualización de la infraestructura y la adecuación a nuevos procedimientos.
El sábado primero de diciembre, se realizarán las elecciones para la renovación de la directiva. Todo apunta a que, dentro de la pluralidad existente, se ha venido construyendo un consenso en torno de José Luis Leal Campos para que encabece nuestra institución los próximos tres años. José Luis tiene los méritos para presidirla: su trabajo al frente de la Academia, su permanente disposición para atender las sugerencias y propuestas de quienes formamos parte de la membresía, y su don de gentes, lo hacen un candidato capaz de facilitar las relaciones intra-institucionales, así como con gobiernos y organismos vinculados a nuestro Colegio. Hacemos votos porque logre su legítima aspiración.
Nuestro agradecimiento para quienes han dedicado tiempo y esfuerzo al mejoramiento del Colegio. También para quienes han conducido con tino y eficacia los trabajos encabezados por Don Jaime Eduardo Natera López, entre los que destaca nuestro compañero Sergio Manuel Beas Pérez.