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Claudia, el tema ausente

Diría que hubo un tema casi ausente en la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, pero que se hizo presente por omisión: los compromisos en materia de seguridad pública.   

Frente al Congreso de la Unión, Sheinbaum le dedicó apenas 170 de las 4 mil 430 palabras que integraron su discurso. Durante su mitin en el Zócalo de la Ciudad de México, lo abordó en el último de sus 100 compromisos y repitió en esencia lo expresado por la mañana.

En resumen prometió que bajará los delitos de alto impacto (la mayoría registran una tendencia a la baja) y evitará la confrontación con el crimen organizado que enarboló AMLO. 

La Mandataria propuso también cuatro ejes que aplicó en la Ciudad de México para mejorar la seguridad, e incluidos en sus programa de gobierno como candidata presidencial. 

1. Atención a las causas de la violencia a través de la justicia social (una estrategia cuya causalidad y resultados son arduos de verificar).

2. Fortalecimiento de la Guardia Nacional que incluye su adscripción a las Fuerzas Armadas.  

3. Inteligencia e investigación criminal, lo que implica una labor más acuciosa de policías, fiscalía federal y locales. 

4. Y coordinación efectiva, un cliché casi demagógico, por decir lo menos, de cualquier estrategia de seguridad en años recientes. 

La Presidenta esgrimió sus credenciales en la materia al presumir la disminución del 50% de los homicidios durante su mandato como Jefa de Gobierno capitalina. 

Según el Sexto Informe de Gobierno de la Ciudad de México, la baja de homicidios fue del 45.7%, pero concedamos el redondeo OXXO a la Presidenta porque me interesa entender qué hizo distinto. 

El documento señala que se logró gracias a programas para la reducción de la desigualdad y acceso a educación, salud, trabajo digno, vivienda, a las artes y a la cultura. 

En materia de inteligencia policial dotó de facultades de investigación a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (facultades que se otorgaron con la reforma a la Guardia Nacional) y mejoró el salario de policías. 

Esto permitió detener a mil 596 personas relacionadas con el delito de homicidio doloso. Si consideramos que en el sexenio en la capital se registraron 5 mil 729 asesinatos, según el informe, significa una proporción de 28% de arrestos con respecto a los crímenes. 

Seamos cautos, pues nos referimos a detenidos, no a sentenciados, pero probablemente es una tasa superior de detención a la de otras entidades si consideramos que en Jalisco, por ejemplo, se sanciona menos del 5% de los homicidios. 

De la estrategia de Sheinbaum en la Ciudad de México, especialistas han criticado que hubo un manejo tramposo de registros con muertes por causa indeterminada y que el resultado de sus políticas públicas no está plenamente acreditado por las acciones que ha presumido. 

La próxima semana, anunció la Presidenta, conoceremos la Estrategia Nacional de Seguridad. Hasta entonces tendremos más claridad sobre el rumbo de uno de los desafíos más importantes en el sexenio. 

jonathan.lomeli@informador.com.mx

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