Cirineas
Transformar el dolor es parte de la sanación. Hay quienes lo canalizan en música, danza o arte; en la oración, en meditar o hacer ejercicio, pero también hay quienes lo convierten en servicio, en ayudar a alguien más. Así nació Cirineas, para apoyar a las viudas tras el homicidio de su pareja, para acompañarlas en el doloroso proceso, para que puedan reconstruirse… y sanar.
Lorena Arriaga recibió la noticia durante la madrugada: habían asesinado a su marido; a partir de ese momento su vida cambió. Se estima que en México hay 224 mil mujeres en situación de viudez por homicidio, 12 mil de ellas en Jalisco (INEGI, 2020). La mayoría son menores de 35 años y reciben la noticia por algún familiar o se enteran a través de redes sociales, otras veces ellas o sus hijos son testigos de la tragedia.
En nuestro país las mujeres viudas suelen ser estigmatizadas según la forma en que perdieron a su pareja: si la viudez es por enfermedad o accidente, hay respeto y apoyo emocional ante el brusco cambio en su vida; pero si la pareja fue asesinada, ellas y sus hijos se vuelven víctimas indirectas del delito, viven con temor y se les sitúa en un contexto de crimen organizado, drogas y desapariciones, dificultando aún más su proceso de recuperación.
Tras la muerte de la pareja, la viuda y sus hijos quedan muchas veces en total desamparo, sin redes de apoyo y sin saber qué es lo que sigue, cómo se sobrevive al dolor y el miedo, cómo saldrá adelante la familia. La situación a la que se enfrentan -legal, económica y emocionalmente- está más allá de cualquier estrato social.
El fenómeno de la viudez por violencia está prácticamente invisibilizado en México y América Latina, sin programas de apoyo ni acompañamiento integral, tras el asesinato de su pareja. Entre el sufrimiento, son viudas que peregrinan en el tortuoso camino de la burocracia: desde el papeleo y reconocimiento del cuerpo hasta los gastos funerarios, trámites de pensiones, testamentos o intestados... Con miedo y muchas veces sin encontrar consuelo, buscan la manera de encarar la situación y sacar adelante a su familia.
A partir de su vivencia, Lorena Arriaga creó una fundación con el nombre de su marido: Jorge Aristóteles Sandoval, quien fuera Gobernador de Jalisco. De ahí surgió “Cirineas Alliance for widows”, la primera organización en Latinoamérica para ayudar a mujeres viudas por homicidio, para que logren reconstruirse desde la empatía, para orientarlas en los trámites y canalizarlas para programas y apoyos, a través de distintas instancias. La información se puede consultar en la página web https://cirineas.mx de la fundación.
Y, ¿por qué Cirineas? Porque son mujeres que, a partir de su propia experiencia, ayudan a otras mujeres a atravesar por situaciones difíciles. Así como un Cirineo ayudó a Jesús a cargar con la cruz, según los evangelios.
A cuatro años de la tragedia, Lorena Arriaga busca transformar el dolor en ayuda, para que otras mujeres en situación de viudez por el asesinato de su pareja salgan adelante, para que ellas y sus familias sanen el dolor.