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Cierres trastocados en la 4T y opositores

Los movimientos internos que se dieron la semana pasada tanto en la competencia de las corcholatas en el lado de la 4T, como entre los finalistas del Frente Opositor, y el anuncio del líder del partido Movimiento Ciudadano (MC), Dante Delgado, de que no se sumarán a la alianza PAN-PRI-PRD, delinearon un escenario de pronóstico reservado en la recta final de sus simulados procesos de selección de sus respectivos abanderados o abanderadas presidenciales, saltándose olímpicamente los tiempos que fija la Ley Electoral.

Si hace dos meses que no se veía en el horizonte ninguna oportunidad para la oposición y se pensaba que como en los tiempos antidemocráticos del PRI, la verdadera elección presidencial se estaba jugando entre las seis corcholatas de la 4T, la duda era si estallaba o no una ruptura.

Pues bien, esa incógnita quedó despejada el viernes pasado cuando Marcelo Ebrard rechazó cualquier posibilidad de renunciar a Morena y aceptar una eventual invitación del partido naranja de Dante, para ser su candidato presidencial.

Aunque las delicadas denuncias previas que hizo la semana pasada en contra de la puntera en las encuestas Claudia Sheinbaum, en el sentido de que se estaban desviando recursos de la Secretaría del Bienestar para promocionarla como la candidata que quería el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y organizarle “acarreos monumentales” y encuestas pagadas, prendieron los focos rojos y algunos daban por hecho la salida de Ebrard de la 4T, esa ruta se cerró cuando el viernes aceptó la lista de las casas encuestadoras que definirán al “coordinador o coordinadora de los comités de defensa de la 4T”. Este pataleo de Ebrard hizo que se volteara nuevamente a la contienda interna morenista que estaba siendo eclipsada por el proceso opositor. Fue también un último esfuerzo de Ebrard para buscar que AMLO recuerde cómo él se hizo a un lado en 2011 para dejarle la candidatura presidencial del PRD y ahora le corresponda aquel gesto.

La novedad en el Frente Opositor fue que finalmente los perredistas se dieron por satisfechos con las explicaciones que les dieron por la eliminación de sus aspirantes Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera, y el último eliminado de la final, el priista Enrique de la Madrid, aceptó sin chistar ese resultado y cerró filas con la coalición.

Así el Frente entró a la fase final de su proceso sin rompimientos ni sobresaltos graves, y con una cerrada competencia entre la revelación Xóchitl Gálvez, y la tricolor Beatriz Paredes, que podría obligar a Santiago Creel a declinar a favor de la senadora por el PAN, para no dividir el voto de las estructuras partidarias blanquiazules que los podría dejar en desventaja ante la aspirante del PRI.

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