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“Cholain” quería hacer del “Archi” un Miguel Canto

El mánager yucateco, Jesús “Cholain” Rivero, llegó a Guadalajara invitado por Rafael Mendoza, para conducir al campeonato del mundo a los hermanos Solís, Ulises el “Archi” y Jorge el “Coloradito”. 

Eran los primeros años del nuevo siglo, cuando Óscar “Chololo” Larios ya era campeón mundial Supergallo CMB, a quien Rivero también le enseñó dos o tres cosas. 

El genio fue transmitiendo sus secretos a los hermanos boxeadores que antes habían sido instruidos por Julián Magdaleno. En sus peleas se advertían avances, se depuraba la técnica, crecían en elegancia. Los más vaticinaban que serían campeones del mundo. 

La oportunidad llegó al “Archi”, disputó el campeonato mundial Minimosca OMB ante el puertorriqueño Nelson Dieppa, perdió por puntos. El vendedor de tacos dorados y tostadas en el mercado Felipe Ángeles, vivió pánico escénico, lo que le prohibió mostrar su categoría en el Freedom Hall de Louisville, Kentucky, aquel 30 de julio de 2004, escenario que se encontraba lleno hasta las lámparas; la cartelera fue estelarizada por Mike Tyson y Danny Williams. 

La leyenda que dirigía desde la esquina al “Archi” aceptó que el tapatío no había podido con el pánico escénico. Después de dos triunfos, el jalisciense volvió a la gran pelea, esta vez ante el estadounidense Will Grigsby, en el histórico Madison Square Garden. La noche del 7 de enero de 2006, México tenía otro campeón del mundo: “Archi” se coronaba en Minimosca avalado por la Federación Internacional de Boxeo.  

Lo que continuaría, la consumación del proyecto de Jesús “Cholain” Rivero, trepar al “Archi” a leyenda, a los niveles de su gran obra, Miguel Canto. 

Hizo la primera defensa exitosa del campeonato mundial Minimosca FIB en el Domo del Code, Jalisco el 25 de marzo de 2006, y apenas un par de días después, el lunes 27 del mismo mes, rompen su relación profesional “Cholain” Rivero y “Archi”.

Ya sin Rivero en su esquina, siete defensas exitosas realizó Ulises Solís del campeonato Minimosca FIB, su máxima demostración fue ante el filipino Rodel Mayol en Chicago en 2007, donde presumió los secretos aprendidos al mánager yucateco.  

En 2009, “Archi” aceptó viajar a Filipinas para arriesgar el título ante el retador hawaiano Brian Viloria, boxeador de pegada anestesiante, y sí lo maltrataron y noquearon para perder el cinturón Minimosca FIB, derrota que marcó el inició de su descenso. Esos castigos restan importante porcentaje a la capacidad física de los boxeadores.

“Archi”, recuperó el campeonato mundial Minimosca, esta vez el del CMB, al ganarle al argentino Luis Alberto Lazarte, en Mar del Plata.

Pero antes de viajar a Sudamérica, platicó con Jesús “Cholain” Rivero, quien le entregó dos o tres secretos más para regresar a Guadalajara como campeón del mundo. 

Vino después el encontronazo en la barranca de Huentitán con Saúl “Canelo” Álvarez, que lo alejó del los cuadriláteros. Regresó en marzo de 2013 al Coliseo Olímpico de la U de G, sólo para recibir peligroso castigo del capitalino Édgar Sosa, quien lo noqueó y feo. Esa noche, Ulises Solís colgó los guantes... 

Y por ahí estaré atisbando.  

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