Chivas y sus leyendas, una relación tormentosa
La polémica salida de Carlos Salcido de Chivas confirma la relación conflictual que existe entre el Rebaño y sus miembros más emblemáticos.
Ni siquiera los jugadores del Campeonísimo tuvieron una salida digna de los logros que conquistaron para la institución. Esa etapa, entre los años cincuenta y sesenta, era más romántica, pero paradójicamente menos sentimental que la actual. El amor al futbol y a las instituciones eran más vivos, pero los equipos prescindían de los jugadores sin muchos miramientos.
“El Guadalajara emprendió hace cuatro años una renovación paulatina, deshaciéndose de Pedro Nuño, ‘Chico’ López, ‘Chivo’ Cázares, ‘Mellone’ Gutiérrez, Jesús Mercado, Luis de la Torre, Raúl Arellano, Pancho Flores y últimamente de Jaime Gómez”, enumeraba en 1964 el ingeniero Javier de la Torre. Hoy en día ningún director técnico usaría la expresión “deshacerse de alguien” para referirse a la salida de un jugador.
Arturo “Cura” Chaires jugó toda su carrera en el Guadalajara y participó en la obtención de cinco títulos de Liga antes de salir de la institución junto a Gregorio Villalobos y Javier Valdivia en 1971, cuando el club se “deshizo” de ellos luego de que participaran en la formación de un sindicato de jugadores.
La responsabilidad de una salida poco elegante no siempre es de la institución. Salvador “Chava” Reyes, tal vez el delantero más célebre en la historia de Chivas, terminó su relación con el equipo de una manera problemática. En lo que este diario llamó “un caso de piratería”, Reyes emigró en 1967 a los Toros de Los Ángeles de la National Pro Soccer League de Estados Unidos a pesar de tener contrato con el Guadalajara.
Al final, el “Melón” fue perdonado por la FMF, en vista de “los grandes servicios que prestó siempre al futbol mexicano y a la solicitud de dos de nuestros clubes, interesados en la solución de su caso”. Volvió al campeonato mexicano con el Club Laguna, y terminó su carrera con los Tigres en 1973.
Forma parte ya del folcore rojiblanco la rueda de prensa con la que Salvador Martínez Garza anunció la salida de Ramón Ramírez al América en 1998. El jugador no ocultó ante los reporteros su descontento con el dueño del equipo, sentado a lado suyo y desconcertado en su intento de defender lo indefendible. Fue una escena farsesca, todo lo opuesto a lo que habría merecido el querido número “7” del Guadalajara, que volvió a Chivas en 2002 para volver a salir en 2004 hacia la fallida aventura de Chivas USA.
El tiempo mitiga la amargura del pasado y acentúa las notas más dulces. A pesar de su complicada salida, Salvador Reyes tuvo el homenaje que merecía en 2008, cuando volvió a vestir la camiseta de Chivas en un partido oficial, más de cuarenta años después de que lo hiciera por última vez.
Reyes jugó los primeros segundos del partido de la Jornada 1 del Clausura 2008 contra Pumas antes de ser sustituido por Omar Bravo en un Estadio Jalisco totalmente entregado al histórico jugador.
Así es que, si la historia es un indicador, Carlos Salcido puede tener el reconocimiento que merece de parte de Chivas, pero parece que tendrá que ser paciente.