Chavela Vargas, chamanísima
Catherine Gund conoció a Chavela Vargas en el legendario cabaret “El Hábito”, esa potencia de espacio que fundaron Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez y donde (para mi adicción) yo conocí el cabaret, como género. Ahí, Gund, levantó imágenes -en los noventa- que pensó hablarían del ocaso de esta artista. Pero no. Hoy ella y Daresha Kyi son las directoras de un fabuloso (sí, fabuloso, trémulo, emotivo) documental que llega este fin de semana a los cines. Gracias a ellas, hoy volvemos a llorar a Chavela. Y de qué manera…
Aquel teatro de Coyoacán hizo posible reactivar a Chavela a sus 72 años. Por aquel entonces algunos pensaban que estaba muerta y aunque es verdad que fue el alcohol su perdición, y que se apoltronó en Tepoztlán muchos años, Chavela Vargas cantó por 20 años más en España, en París y en Bellas Artes.
Habían pasado los años de la Chavela de Frida Khalo, de José Alfredo y el Tenampa, luego vinieron los de Almódovar, Madrid y Bellas Artes. Ahí, sobreviviente de sí misma, del alcohol y de la muerte de José Alfredo la adoramos todos, la cantamos todos.
El documental huele a ese México de pasiones en la piel, el de la garganta rota y el hígado sangrante, pero también el de la censura, la hipocresía y el machismo por deporte. Mientras el mainstream (tan ortodoxo y homofóbico) pudo evitarlo, la cantante no piso un teatro hasta que en 1993 aterrizó en Madrid gracias al editor Manuel Arroyo, así pues entró en la vida de la intérprete el mismísimo Pedro Almódovar quien se volvió su aliado junto con Bosé, Joaquín Sabina y María Dolores Pradera. España la acogió para hacerla renacer y volver a hacer pandilla.
El documental es una joya, retrata las grandes pasiones de la cantante así como su sangre más dulce: la soledad. Aborda el universo interior de una pionera en tierra de machos, pero con ese imperdonable don de rompernos el corazón.
Gracias Chavela, por dejarnos tu libertad.
Gracias Catherine Gund y Daresha Kyi por esta película.
Gracias Chavela por tus juegos, por vivir intensamente, por tu mito blanco y tu mito negro: ¿Es verdad que te perdías meses con José Alfredo para cantarle a las muchachas más guapas? ¿O es verdad que tu cantabas mientras él las enamoraba? ¿Frida Kahlo te dejó libre o te abandonó? ¿De verdad te volviste loca? Da igual, ella hizo lo que quiso.
Su vida se refundó en España cuando todos la dimos por muerta y allí cantó y canto hasta nuestros amaneceres. Chavela la mítica, la chamana, aún muerta nos enseña que para la vida, nunca, nunca es demasiado tarde. Murió en el 2012. El documental está en cines a partir del 3 de agosto.