Charros inicia ‘entre azul y buenas noches’
Tras una garrafal racha de tres derrotas en el arranque de la temporada 2024-2025 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), el máximo circuito beisbolero que se disputa en otoño-invierno, los Charros de Jalisco finalmente ya conocieron la victoria en esta naciente campaña, en la que están sin duda obligados a reivindicarse con su público después de la pésima temporada que cumplieron en la edición pasada, y por ello la exigencia mínima será verlos en postemporada.
La suma de fracasos para la novena jalisciense inició el mismo día del juego inaugural, es decir, el 12 de octubre al caer ante Venados de Mazatlán, primero en el estadio Panamericano de la colonia Tepeyac en Zapopan, y luego al pagar la visita un día después en el estadio Teodoro Mariscal.
El tercer descalabro llegó el martes 15 de octubre ante los Naranjeros de Hermosillo en el cotejo inicial de la primera serie completa en la que son anfitriones de los sonorenses campeones del torneo pasado.
Los Charros de Jalisco alcanzaron finalmente su primera victoria al lograr vencer el miércoles 16 a la tropa de la capital sonorense en el segundo cotejo del serial, y lograron quedarse con la serie al ganar el tercer encuentro ocurrido el jueves, proporcionando así finalmente una alegría a su hasta ahora sufrida afición, y un atisbo de esperanza de que podrá irse consolidando paulatinamente como un verdadero equipo que pueda ser etiquetado de exitoso al ir consiguiendo al menos un poco más de triunfos que derrotas a lo largo de la agenda ordinaria de esta gesta 2024-2025.
Estando ya al menos a media tabla, los campiranos dejaron ir la victoria en el primer cotejo efectuado en Mexicali en el serial visitando a los Caballeros Águilas, siendo deseable que puedan traerse de la frontera al menos una o quizá dos victorias.
Es imperativo obtener triunfos en gira y los más posibles en casa, ya que el conjunto blanquiazul deberá al menos mostrarse ante su público como potencialmente ganador en casa y al promediar mejoría en éxitos sobre los descalabros provocar la mayor presencia en las gradas y butacas del estadio panamericano, recinto que por cierto, se anunció oficialmente, ya fue entregado casi en forma permanente a la organización beisbolera jalisciense ampliando la concesión hasta por veinticinco años más.
Y en este contexto, seguramente el incentivo provocará que la directiva considere una suficiente inversión que vuelva a poner a tono las instalaciones del estadio, que hay que decirlo, requiere ya de remozamiento y ‘puesta a punto’ tanto en sus esquemas de servicios sanitarios, como en la rehabilitación de otras áreas de servicio y preservarlo tan presentable como cuando se inauguró hace poco más de diez años; magníficamente adaptado por la autorización y con la participación del gobierno del estado que en esa época encabezaba Jorge Aristóteles Sandoval, que por gestión del grupo empresarial encabezado por Salvador Quirarte Villaseñor, promotor del retorno del béisbol profesional a Jalisco tras aproximadamente 20 años de ayuno, que se trasformó el edificio desde lo que era un poco usado estadio de atletismo a convertirse en un magnífico parque de pelota, debidamente adaptado y por demás funcional, incluso certificado para albergar juegos de Grandes Ligas.
Habrá que esperar pues una participación sobresaliente de Charros de Jalisco en la naciente temporada. Es temprano aún para emitir una opinión sólida en cuanto a la integración y desempeño del roster, pero hay que hacer votos porque se hayan corregido las deficiencias y debilidades, principalmente en el pitcheo -que fue su sector más deficiente-, y ahora sí la directiva haya cumplido con su trabajo de es difirió y el conjunto esté en condiciones de buscar traer la corona de nuevo a territorio jalisciense.