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Charros, entre serpientes y escaleras

En todo nivel profesional pueden pasar situaciones súbitamente cambiantes para cualquier equipo que interviene en alguna Liga de béisbol, pues ni hay nada escrito como tampoco es común que rachas victoriosas o de fracasos sean permanentes, pues de repente un escuadrón pasa de ser el más exitoso y con gran fortuna a súbitamente ser escuadra acumulante de infortunios que va de la cima al fondo del standing,  o viceversa cuando una novena deja atrás en forma  inesperada la cadena de traspiés para lograr varias victorias hiladas pasando del oscuro sótano a la cúspide.

Cual ese popular juego de mesa llamado serpientes y escaleras, en que de momento los participantes se ven encumbrados por una escalera colocada y ascienden hacia sitios más elevados del tablero pareciendo enfilar rápidamente a la meta y ganar el juego según números favorables obtenidos en forma circunstancial al aventar los dados, súbitamente cambia su fortuna al resultar diversos  números en los dados para enfilarlos hacia la figura de una serpiente inclinada sobre cuyo lomo se deslizan hasta un lugar mucho más bajo a ese tablero y les aleja la opción de ganar la competencia.

Como en juego de serpientes y escaleras o encaramados en un bimbalete del que igual están en una época ubicados en la altura y en otra inmediata en el suelo, así ha sido para Charros de Jalisco esta campaña 2018-2019 de La Liga Mexicana del Pacífico (LMP), nuestro máximo circuito de béisbol a nivel profesional jugándose en época otoño-invierno, ya que han pasado de un turbulento inicio al perder los primeros encuentros del calendario regular del certamen, a haber logrado una buena racha en que lograron muchas victorias y escasas derrotas habiéndose encumbrado al liderato del torneo inclusive recetando tremenda paliza a uno de sus rivales con el emotivo logro de  histórico juego sin admitir hit ni carrera por el serpentinero zurdo veracruzano Orlando Lara, quien el viernes 26 de octubre lanzó las nueve entradas del primer cotejo de la serie en que los caporales albiazules de Jalisco enfrentaron a Águilas de Mexicali y les propinaron escandalosa blanqueada de 17 carreras a cero ingresando Lara a los récords como el primer pitcher en lograr esa gran hazaña para Charros y el segundo en hacerlo en la historia de la LMP, siendo en esa época varias jornadas en que los albicelestes estuvieron en las alturas de la tabla de posiciones y se auguraba entonces podrían seguir fácilmente en ese paso triunfal aspirando a concluir la primera vuelta de la agenda del torneo como exitosos punteros.

Como ya se sabe, tras estar en la cima han sucedido una serie de fracasos, siendo la última victoria del conjunto albiazul jalisciense la del día 6 de noviembre en el estadio de beisbol que es su casa en Zapopan, al vencernueve carreras a cinco a Venados de Mazatlán, siendo esa la última serie ganada y de ahí se derivó una dolorosa etapa de fracasos, ya que el  pasado martes 13 de octubre Charros de Jalisco casi tocó fondo, pues la novena local acumuló seis derrotas hiladas y perdió su cuarta serie en las últimas semanas, siendo claro el declive del pitcheo -fallando en algún momento los abridores y en otros los relevistas- mas resultando notorio la mayor falla suscitada en los bateadores, incluyendo a los más experimentados, pues la producción de anotaciones se redujo notablemente, al grado de hilar tres juegos humillados al haber sido blanqueados.

No obstante que se han presentado los altibajos en el desempeño del staff de pitcheo y la baja mucho muy considerable en la producción de carreras -y así no se puede fácilmente ganar cotejos- es de observar como factor importante de los malos resultados obtenidos a partir del día 6 de este mes la conjunción de peloteros que han sido aquejados por lesiones, debiendo buscar el cuerpo técnico como tratar de afrontar los compromisos utilizando peloteros usualmente considerados como soporte de los titulares además de colocando a varios de ellos en posición o actividad distinta a la que usualmente desempeñan, sin dejar de observar eso que se anotaba al inicio: el factor de situaciones imprevistas propias del beisbol entre ellos el infortunio que en ocasiones se acumula, ya que como se dice: cuando el beisbol quiere dar es a manos llenas incluso en situaciones en que no se genera el mejor esfuerzo o se juega con la mayor destreza y cuando no hay esa fortuna, se suscitan errores, infortunios y calamidades que provocan cúmulo de situaciones adversas, y eso sucede en cualquier escuadrón y puede afectar a cualesquier pelotero o conjunto de ellos, sean tanto del máximo nivel competitivo o experimentados como bisoños y con poca experiencia.

Charros requiere con urgencia romper la mala racha y volver a la senda del triunfo, el equipo está obligado a realizar su máximo esfuerzo para ganar al menos seis de los últimos ocho juegos correspondientes a la primera fase del torneo, siendo potencialmente benéfico que tras la serie que culmina hoy en Hermosillo ante Naranjeros, el escuadrón albiazul jalisciense vuelve mañana a su casa para recibir en las dos últimas series de la vuelta inicial del actual certamen a Cañeros de Los Mochis y Yaquis de Ciudad Obregón, siendo que a la ventaja de la localía debe añadirse que a partir de este fin de semana contarán con la mayoría de peloteros clave que han estado ausentes por lesiones de las que estarán recuperados, además participarán ya tres nuevos integrantes foráneos del roster que fortalecerán el cuerpo de serpentineros, siendo oportuno ya que los últimos refuerzos ofensivos extranjeros que han llegado se consoliden en cuanto a su utilidad.

Habrá que confiar que tanto directiva como cuerpo técnico y peloteros aportarán pasión y máximo esfuerzo para volver a la senda exitosa cerrando la primera vuelta a tambor batiente, lo cierto es que la noble afición está lista para seguir gritando: ¡Vamos Charros!

@salvadorcosio1

bambinazos61@hotmail.com

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