Charros, a demostrar de qué están hechos
Como lo expresamos en la anterior colaboración, aquí en Bambinazos, Los Charros de Jalisco acudieron a Mazatlán para desahogar los primeros dos encuentros del serial de cuartos de final buscando el boleto a la semifinal en esta campaña 2023-2024 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), el máximo circuito beisbolero profesional jugándose en otoño-invierno.
Acudieron a buscar el éxito en al menos uno de los dos juegos de a realizarse en el Estadio Teodoro Mariscal, la casa de los Venados de Mazatlán, y aunque se pueda señalar como algo extraño el que se pueda considerar éxito el traerse solo un cotejo de la expedición al puerto mazatleco, es decir, venir igualados en el tanteador de balance entre victorias y derrotas, no es inadecuado decir que es existoso el logro porque ya lo decíamos, la aduana no era nada sencilla, dada la jetatura que durante el lapso de la agenda ordinaria en la primera y en la segunda vuelta del torneo actual mostraron sobre Charros los mazatlecos porteños, que les endilgaron a los caporales albicelestes de Jalisco prácticamente todos los juegos en que se enfrentaron con ellos, no siendo menor el daño producido con sendas dolorosas barridas, pero más aún, debiendo apreciarse la dificultad que implican jugar en el estadio de Venados, con los factores climatológicos que ahí generan condiciones favorables para los locales, siendo que ellos saben perfectamente cómo aprovechar esa ventaja ante la visita.
Pero Charros de Jalisco se trajo pues una victoria, evitaron regresar cargando dos derrotas y tienen ya asegurado el desahogar tres cotejos en la tierra zapopana, en el estadio Panamericano de la colonia Tepeyac, en la ex villa maicera, donde entre los días jueves 4 y sábado 6 de este iniciante enero,
se están celebrando los juegos número 3, 4 y 5 del actual primer serial de la fiesta de postemporada para astados porteños sinaloenses y campiranos zapopanos.
A seguramente será un gran espectáculo el trío de cotejos en el panamericano, bien sea que para algarabia de la afición, se puedan llevar los caporales albiazules los tres citados eventos, o al menos la mayoría de estos y aspirar a quedarse con la epopeya triunfal del serial de cuartos de final, ya sea lográndolo aquí en casa o debiendo ocurrir viajando allá de nueva cuenta al estadio Teodoro Mariscal. Más, insisto, no es una empresa fácil pero habrá que ser optimistas.
En el primer cotejo de los que se están celebrando en Zapopan la apertura estuvo a cargo de Luis Iván Rodríguez, quien se llevó la victoria contando, ahora sí, con buen respaldo desde el bulpen y sólida ofensiva, labor en la que descollaron con sus toletes Sebastián Valle, Jack Mayfeld, Jared Serna, Julián Ornelas, José Rojas e incluso Christian Villanueva y Japhet Amador -que , por cierto, están respondiendo ante la presión que reciben de los peloteros más jóvenes que les provocan dejar atrás la costumbre de jugar a medio gas por el riesgo de ser rebasados e irse a la banca - y Charros logró romper el cerrojo mazatleco, aspirando a seguir el éxito en el cotejo subsecuente que todo indica será encabezado desde la lomita por el consagrado Orlando Lara, y muy posiblemente en el quinto cotejo, el del próximo sábado, podría volver a ingresar al chipote del centro del diamante, el también estelar, aunque con altibajos, Javier Solano que está obligado a salir a darlo todo y guiar a la novena al triunfo.
De cualquier forma, hay que resaltar que el equipo está bateando, está peleando, está luciendo bien a la defensiva y sobre todo a la ofensiva, y no obstante la derrota en el primer cotejo, que era algo que sabíamos que podía pasar, lograron engallarse y traerse la victoria en el segundo encuentro, llegando a casa con el marcador del serial empatado y con una gran posibilidad de ser exitosos en esta etapa.
Habrá que desearlo para que ocurra, que sigan jugando bien, que continúe la novena jalisciense hilvanando una buena estrategia del polémico manager Benjamin Gil con la entrega y pasión de los peloteros, y que no flaquee el pitcheo, sobre todo el bulpén, que es lo que ha estado teniendo problemas durante casi toda la temporada, ya que le ha faltado profundidad para eslabonar entre el inicio de la ruta de los lanzadores que abren con la parte de preparación del cierre y el cerrojazo.
Volvemos a insistir, nos ha extrañado que no se haya aprovechado las condiciones en cuanto al roster final que se estableció por el conjunto para llegar al playoff, habiendo asegurado el concurso de todos los pitchers de buena calidad, o al menos los más confiables, aunque se sacrificara algún pelotero de posición, y se debiera utilizar el lugar para el refuerzo para incorporar a un lanzador del propio roster, como es el caso del foráneo Jared Wilson, cuando bien pudo quedarse con él en el roster, quizá sacrificando a otro pelotero con menos necesidad de utilización, con menor necesidad de fortalecimiento en su área, a diferencia del pitcheo, y haber traído a un refuerzo bien sea un relevo intermedio, o incluso buscar un abridor.
Esperemos que Charros pase la aduana, se imponga a los venados, vaya a la semifinal, y que ahora sí, en el siguiente draft, opte por fortalecer su rol de abridores, o bien su pitcheo intermedio, o incluso la parte de contención, preparación de cierre y el cerrojo mismo.