Charlas de café
Domingo tranquilo en Qatar; después de los emocionantes partidos de la ronda de Cuartos de Final. El receso generó la oportunidad de digerir un poco lo acontecido en los encuentros del viernes y sábado, mismos que marcaron el final de los días en los que se jugaron por lo menos dos partidos. A partir de mañana, será de a partido por día.
Muchas son la secuelas de esta fase: la eliminación de Brasil, que le puso el punto final a la gestión de “Tite” al frente del Schratch; del ya popular gato que irrumpió en la conferencia de prensa, del felino se han dicho tantas cosas, casi tantas como de las lágrimas de Neymar.
Y si de lágrimas se trata, de lo más comentado, además de lo anterior, en la arenosas tierras mundialistas, las de Cristiano Ronaldo. El portugués a los largo de su muy brillante carrera como futbolista profesional, por cuestiones que tienen que ver mas por situaciones extra cancha, de manera por demás inverosímil en este absurdamente mundo polarizado, se fue convirtiendo o lo fueron convirtiendo en una “ave de tempestades”, particularmente en su etapa en el Real Madrid que coincidió con la de Lio Messi en el Barcelona. Al argentino lo convirtieron en el chico bueno de la película y al portugués en su antagonista; la realidad en la cancha es que ambos son cracks fuera de serie.
Pero ante una misma acción a uno se le reconocía, o se le justificaba, se le aplaudía o se le mimaba según fuera el caso y al otro, todo lo contrario.
Por ello, más que de la eliminación de Portugal, cobró la relevancia el llanto de CR7 en su ultimo Mundial, porque además el técnico Fernando Santos lo mandó a la banca, aunque jugó el segundo tiempo ante Marruecos.
Los marroquíes tienen al mundo futbolístico en “la bolsa”, son el favorito sentimental en Qatar.
Las declaraciones del entrenador del equipo africano Walid Regragui de que su equipo es el “Rocky Balboa” del Mundial y que lo hecho por su equipo no es un milagro es trabajo, tuvieron una caja de resonancia muy amplia.
Ojalá que la suficiente como para que la hayan escuchado los que trabajan para calificar al Mundial para después vender el sueño del “Quinto Partido”.
A la “Cenicienta Marroquí”, le “pueden dar las doce” ante el campeón, aunque a estas alturas lo bailado quién se los puede quitar.
A los croatas los vienen eliminando a cada partido, pero en cada juego los balcánicos se han venido ganando el respeto de todos.
Domingo sin actividad mundialista, buena oportunidad para conocer el popular mercado de Souq Waquif, lugar tradicional y pintoresco, en el que en sus angostos y entreverados callejones, en los que los aromas de los que en ellos se vende se van mezclando conforme se va avanzando, unos mas agradables que otros, se puede encontrar souvenirs tradicionales, artículos artesanales, comida típica, cafés en los que la gente fuma en las shisha o pipa oriental, especias, animales vivos como guacamayas, conejos, pollos, hamsters; hay una amplia zona de locales que venden perfumes árabes que en lugar de alcohol, utilizan aceites que permiten que el aroma se mantenga más tiempo.
Y hay que tener mucha habilidad para el regateo, porque hay que enfrentarse a verdaderos maestros en estas lides.
Para llegar, el metro es gratuito para quienes tienen la Hayya Card, y es realmente envidiable la organización que tienen por el Mundial. Hay cientos de voluntarios que están indicando las rutas que se deben seguir según sea el destino, las instalaciones del primer mundo, sin un sólo grafiti, impecablemente limpio en los modernos vagones como en las terminales, los usuarios se cuentan por miles y todos se manejan con orden y respeto.
Y siguiendo las normas establecidas, a diferencia de allá, acá nadie actúa bajo la creencia de que las reglas son para todos menos para mi.
Jaime Gallardo