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Chambas palaciegas (II)

Continúa el listado de algunas otras de las peculiares funciones que existen en la corte inglesa; quizás algunas puedan ser útiles ahora que, ahí donde estaban las Casas de Moctezuma y luego se construyó el Palacio de los Virreyes  -conocido republicanamente como Palacio Nacional-, habita Su Alteza Serenísima II. Con el número de burócratas despedidos, ninis adoptados, maleantes arrepentidos, científicos corridos por la cacica del CONACYT etc., sin duda sobrarán candidatos de todos los perfiles.

4. La Real Calzadora de Zapatos (Royal Shoe-Wearer). Uno de los más curiosos encargos en Buckingham es el de amansar los zapatos nuevos de la Reina, que como tiene más de 90 años y un montón de compromisos que cumplir, necesita evitar las incomodidades que muchas veces causa el estreno de un nuevo par. No se sabe quién desempeña tal cargo, pero queda claro que no tiene más requisitos que calzar del mismo número que la dueña y usuaria final. Aquí sí que cualquiera puede apuntarse: con tal de que no se canse el ganso, bastará dar unas cuantas vueltas por los corredores de Palacio, cuidando de no raspar los cacles, y misión cumplida.

5. El Real Conservador de los Relojes (Royal Horological Conservator), el señor Robert Ball, se encarga de los cerca de 500 relojes de Buckingham y otros varios centenares en Windsor y Holyroodhouse. Además de supervisar el funcionamiento y la reparación de todos, cada año hay dos fines de semana de locura para él y su equipo: cuando cambia el horario de invierno a verano y viceversa. Quién sabe cuántos relojes haya en Palacio Nacional, pero deben ser bastantes. Se requiere para esta chamba cierta pericia, sobre todo si se busca echar el tiempo para atrás hasta llegar más o menos al sexenio de Echeverría.

6. El Barquero Mayor de la Reina (The Queen’s Bargemaster). Este oficio consiste en dirigir a los 24 remeros (Royal Watermen) de la barcaza que usan los miembros de la familia real para desplazarse por el Támesis en misión oficial. La versión tropicalizada podría ser una bonita trajinera cubierta de flores para los mítines en Xochimilco. A menos que entre las geniales obras de la 4T se incluya algo igualmente urgente que el Tren Maya o la central avionera de Santa Lucía: reconstruir la Acequia Real, que hasta finales del siglo XVIII pasaba a un costado de Palacio.

7. El Guardián de los Cisnes y el Marcador de los Cisnes (Warder of the Swans y Marker of the Swans). La monarca es dueña de todos los cisnes en aguas abiertas del reino, salvo los marcados por otros dueños. Cada año, en el verano, se actualiza la contabilidad de los cisnes y se evalúa su salud. En la nueva corte de Palacio Nacional podría incluirse un Guardián de los Gansos de la República, para proteger a esas aves recientemente elevadas a la categoría heráldica y que, en una de ésas, le quitan el puesto al águila del nopal.

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