Ideas

Catarsis para colmar las grietas del alma

“Me atrevería a decir -escribió Rodrigo Johnson en el Prólogo- que hay tres obras que han disparado tres ensayos fundamentales: Las tres hermanas de Chejov, Rey Lear de Shakespeare y Peer Gynt de Ibsen. En estos textos, Martín se despoja de todo ropaje pretencioso y, sin pudor, desnudo, nos conduce por su pasado por esos momentos dolorosos que ha tenido en su vida evocados por el hecho escénico en donde él, como público, fue purificado y, finalmente, liberado.

“Guadalajara se transforma mágicamente en una provincia rusa y Moscú en la Ciudad de México. En los fiordos noruegos, Martín acompaña a su madre en su lecho de muerte antes de pasar con el rey, su padre, quien enfrenta su orgullo y el perdón como Rey Lear lo hizo con su hija Cordelia.

“No creo haber leído otro texto en donde se explique y entienda de manera tan clara el poder del teatro, del arte en general y sus capacidades de sanación. Al leerlo nos conmovemos, nos identificamos, pensamos. Somos lectores partícipes de los hechos que nos cuenta. Sufrimos pues, una catarsis a la vuelta de cada página. Este libro es sin duda la mejor y más clara invitación para que empecemos a sanar nuestras propias fisuras del alma”, esto es lo que escribe Rodrigo en el libro Catarsis para colmar las grietas del alma (BonArt, 2019), quien, junto con Antonio Castro, amigo y también director de teatro, lo vamos a presentar el próximo jueves 5 de septiembre en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) a las 17:00 horas y, dos meses después, el 28 de noviembre, en la Casa ITESO Clavigero de Guadalajara, en un libro cuya portada la diseñaron Francisco Ugarte y Gonzalo Lebrija, dos artistas tapatíos que han trascendido fronteras que me han puesto a dudar: ya no sé qué es mejor, si el continente o el contenido.
-Toc, toc...
-¿Quién es?
-Yo.
-¿Quién es Yo?
-Tú.

Johnson inventó este juego de palabras, este retruécano, como si fuera un diálogo callejero con el que sonrío cada vez que lo recuerdo, pues eso de ‘Yo que eres Tú’ sintetiza magistralmente el amor o la empatía necesaria antes de experimentar la catarsis, como cuando termina la escena de Peer Gynt con su madre moribunda y yo “tenía la garganta cerrada, hecha nudo, premonitoria de la tormenta. No pude más. En el momento en que abrían la puerta me salí tropezándome para esconderme como Peer, bajo alguno de los sauces, sin querer ver a nadie, como si tratara de ocultar cómo es que se estaba colmando la grieta, aliviándome del dolor de haberme visto en el espejo de esta escena.”

Este es uno de los ensayos duros, pero hay otros que son viñetas, reflexiones en torno al amor, al arte o al teatro -como escribió Johnson-, en donde en uno de ellos Shakespeare es protagonista como lo ha sido en la vida de Martín por más de veinte años; en otro, asocia La violación de Lucrecia con el arte como terapia y una pintura con la que Lucrecia se consoló; en otro más, descifra la catarsis del propio Shakespeare con su padre, pues todo parece que la decadencia del viejo John fue por su alcoholismo.

Durante años he andado por la brecha de la empatía tratando de ponerme en el lugar del otro antes de experimentar esas catarsis con las que he podido colmar las grietas de mi alma. En este libro incluyo las asociaciones que se dieron sobre la marcha en cada obra, a una o dos bandas, porque lo que realmente importó fue que se abriera la válvula para que saliera lo que estaba soterrado, como sucede en la catarsis, cuando se da esa relación vigorosa entre el público y los actores, o la trama y los personajes para que las emociones se liberen, como he tratado de ejemplificarlo.

-Toc, Toc...
-¿Quién es?
-Yo.
-¿Quién es Yo?
-Tú.
De eso se trata.

(malba99@yahoo.com)
 

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