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Assange en la calle, oscuridad en la casa

La familia de Julian Assange, periodista perseguido por Estados Unidos desde que reveló secretos de Estado, fue recibida con los más altos honores en Palacio Nacional. Su padre y hermano, John y Gabriel Shipton, fueron invitados especiales del Presidente López Obrador a la ceremonia del Grito de Independencia. El Presidente mexicano se desvivió en elogios para Assange, le llamó: “El Quijote de nuestro tiempo, de la libertad de expresión.” 

Es un hipócrita. No ha existido en la historia reciente de México un Presidente que más haya atacado y perseguido a los periodistas que Andrés Manuel López Obrador. No ha tenido empacho en violar la ley, en usar todo el aparato del Estado para amedrentar y amenazar a cualquiera que denuncie las irregularidades y corruptelas de su administración. El Presidente de México es una amenaza a la libertad de expresión y para dinamitarla, ha disparado el costo personal a quien decida ejercerla. Lo ha dicho abiertamente en la mañanera: ya saben a qué se exponen los que me critican. ¿A qué se exponen? No a que sean desmentidos -eso no ha podido- sino a que sean difamados y calumniados.

Pero eso no es lo peor. No ha habido en la historia de México un sexenio en el que hayan sido asesinados tantos periodistas. Solamente este año van 15, lo cual pone a nuestro país a la par de naciones como Ucrania o Siria. 

La estrategia de usar el caso Assange para lavarse la cara no es nueva en la izquierda bolivariana de América Latina. El que inventó el método fue Rafael Correa cuando era presidente de Ecuador. Mientras perseguía a la prensa de su país, ofrecía asilo en su embajada en Londres a Assange. 

Candil de la calle, oscuridad de la casa. 

SACIAMORBOS

1.- El senador Raúl Paz, que se volvió símbolo de la fracasada traición después de su salida del PAN y su incorporación a Morena la víspera de la votación de la hipermilitarización, había dado señales de que quería dejar las filas panistas desde hace varios meses. En abril de este año se preveía que se sumara a las filas del Partido Verde, donde por perfil y antecedentes hubiera entrado como mantequilla. Luego estuvo coqueteando con Movimiento Ciudadano. Luego le dijo al PAN que siempre no, que se quedaba. Y unos días después, saltó a Morena. Curioso el caso de los yucatecos Paz y Jorge Carlos Ramírez Marín (priista que estaba listo para votar a favor de la hipermilitarización): si hay un estado en el país en donde los niveles de seguridad son extraordinarios y nunca ha hecho falta el Ejército porque existe una Policía con mando civil muy confiable y de grandes resultados… es Yucatán.

2.- Cuentan que a Rocío Nahle también le interesa zafarse de su Secretaría en el gabinete federal para empezar a construir su campaña para la gubernatura de Veracruz. Dicen que estamos a semanas. Por cierto, la refinería aún no refina.

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