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Caminos minados en Jalisco

La imagen pareciera de una escena de guerra en la Franja de Gaza en Medio Oriente o en una zona despoblada de Ucrania, pero se trata de una brecha en el municipio jalisciense de Santa María del Oro, enclavado al sureste del Estado en la colindancia con el también conflictivo Estado de Michoacán.

De ahí es el video que circuló profusamente en las redes sociales desde el fin de semana pasado, en el que se observa cómo una brigada militar que circula lentamente con soldados pie a tierra y vehículos militares artillados y blindados a vuelta de rueda por ese camino, cuando de repente sobreviene una explosión que hace volar por los aires a los elementos y al menos una de sus pesadas unidades. 

Antier el comandante de la XV Zona Militar, Crisóforo Martínez Parra, confirmó que se trataba de minas explosivas sembradas en esas zonas por los grupos del crimen organizado. Confirmó también que había ocurrido el 20 de enero pasado y que causó la muerte de un militar y lesiones a cuatro de sus compañeros.

El primero en denunciar desde el 22 de enero el uso de minas explosivas y de lo que le sucedió a esta expedición militar en la comunidad de El Zicopo, fue el párroco de esa región, José Luis Segura. Este sacerdote y valiente activista contra la violencia en Santa María del Oro difundió en sus redes sociales que los grupos criminales que se disputan esos territorios han sembrado minas terrestres, una de las cuales les había detonado a los militares. 

Fue el mismo 22 de enero que fue nota nacional los desplazamientos forzados de población que estaban ocurriendo en este municipio, que gobierna la priista Guadalupe Sandoval. Tanto en la comunidad de El Zicopo, como en las localidades de El Carrizo y Panales, los habitantes denunciaron que sujetos armados los habían obligado a abandonar sus casas llevándose unas cuantas pertenencias.

Aunque autoridades civiles y militares aseguraron a fines del mes pasado que se habían enviado refuerzos militares a la zona y los pobladores estaban regresando paulatinamente a sus comunidades, las imágenes del momento de la explosión que sufrieron los elementos del Ejército Mexicano, y la afirmación del comandante Martínez que en este municipio limítrofe con Michoacán se han encontrado al menos 30 artefactos explosivos y persiste el riesgo en caminos secundarios, volvió a prender los focos rojos en Santa María del Oro, pero también en Jalisco. 

Y es que si sumamos que este mando militar reconoció que han encontrado también artefactos explosivos de este tipo en la conflictiva Región Norte, con el hallazgo en los Altos Norte de una fábrica clandestina de minas terrestres el año pasado; la emboscada en la que murieron cuatro policías en Tlajomulco cuando también les explotaron bombas enterradas en un camino de ese municipio en julio y las cifras oficiales del Grupo Tedax, especializado en desactivar estos artefactos, en el sentido de que en lo va del sexenio han encontrado en otros 23 municipios al menos 500 de estos objetos letales, que son casi el triple de los encontrados el sexenio pasado, tenemos un preocupante y claro panorama del creciente poder del narco, que ya no solo controla territorios sino también los mina, sin que exista un solo detenido por ello.

jbarrera4r@gmail.com

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