Cada quien sus héroes
Francisco Cortés Rivera: todos tenemos una deuda con él. Lo conocí la semana pasada. Lo que resalta de su presencia, además de una camisola amarilla y una pechera de la que cuelgan tres radios, es el olor ahumado de sus ropas. Yo había pedido hablar con alguien de la tropa, no un funcionario de escritorio. Pues ahí lo tenía.
Cuando abordo el perfil de un entrevistado, como fue el caso, trato de iniciar con una pregunta fuera de lo ordinario. Algo que descoloca cortésmente a mi interlocutor y ayuda (a veces) a entablar un mejor diálogo. Casi siempre planeo la pregunta inicial, pero el 90 por ciento de las ocasiones la cambio de último momento. El tono, la mirada, el semblante del entrevistado en los instantes previos a comenzar me dan la pauta.
Justo cuando comenzó la charla se me ocurrió la pregunta para Francisco, comandante de la División de Incendios Forestales de Protección Civil y Bomberos de Zapopan. Hombre de 57 años y uno de los técnicos más capacitados en combate a incendios. Durante 33 años ha cuidado, protegido y vigilado nuestros bosques.
Me pareció buena idea abrir la entrevista con el inicio de su día. Eran las nueve de la mañana.
-¿A qué hora se levantó hoy?
-El día de hoy no he dormido -me respondió-. Vengo de trabajar desde el día de ayer que me levanté a las seis de la mañana y hasta el día de hoy nos hemos dedicado a trabajar en la contención de dos incendios.
El descolocado fui yo. Por la entereza del semblante, la posición erguida y los hombros echados hacia atrás, Francisco parecía todo menos un hombre cansado y sin dormir toda la noche. Incluso había que poner mucha atención en su mirada para descubrir un ligero asomo de fatiga en el fondo.
Me explicó que cuando enfrentan un incendio forestal no pueden abandonar el combate durante la madrugada. Eso significaría perder todo el trabajo ganado durante el día. También me contó del espectáculo que viven cuando combaten el fuego de noche: atestiguan colores inimaginables y el concierto demorado de las llamas que arden.
Muchas veces para llegar a un frente de combate caminan más de una hora cargando hasta seis litros de agua más el equipo. Saben también que un cambio repentino en la dirección del viento puede ser fatal.
Sobre sus días de asueto, Francisco me explicó que “teóricamente” descansa sábados y domingos (pero todos los fines de semana durante el estiaje hemos tenido incendios forestales).
Le pregunté al comandante qué haría después de la entrevista: volver con los 68 bomberos forestales a su cargo para continuar el combate al fuego de dos incendios. Tuvo la generosidad de pausar su trabajo para darme una entrevista. Yo lo ignoraba.
La charla me dejó reflexivo.
En su pelea del 6 de mayo, “El Canelo” Álvarez, emblema heroico de Jalisco libre y soberano según el eslogan del Gobierno estatal, ganó 14.5 millones de dólares. La primera quincena de mayo el comandante Francisco cobró nueve mil 870 pesos, según la nómina de Zapopan.
En la arena pública, la política y el mercado pueden imponer una idea de héroe. Pero en lo privado, cada quien elige sus héroes.
jonathan.lomelí@informador.com.mx