¿Brazos caídos para Lemus?
Comenté ayer aquí que la generosidad y determinación de Ismael del Toro no sólo quedó en sacrificar su más prometedor momento político al renunciar a buscar la reelección en la presidencia municipal de Guadalajara y a ponerse en la antesala de la postulación a la gubernatura del Estado para estar cerca de su esposa y sus hijas, por un tema de salud de una de sus pequeñas (para la que todos deseamos se recupere), sino que se desplegó a una visita a la casa de Pablo Lemus para invitarlo a que fuera él quien ocupara la candidatura a la que renunciaría.
Ponderaba también ayer que ese gesto no era menor por las diferencias y roces que tuvieron cuando, desde la alcaldía de Zapopan, Lemus no ocultaba su interés de ser él quien buscara la presidencia de la capital jalisciense, pese a que ello implicaría obstaculizar los entonces planes reeleccionistas de “El Pope”, como popularmente se le conoce al considerado el principal operador político del gobernador Enrique Alfaro.
Por eso llamó mucho la atención la fotografía que circuló ayer en redes sociales, en la que se ve al dirigente nacional del partido Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, y al uno y la dos de MC en Jalisco, Ricardo Rodríguez y Mirza Flores, y a Pablo Lemus con los brazos enlazados y los puños en alto festejando la formalización del relevo, mientras al extremo se observa a un desencajado alcalde con licencia de Guadalajara ajeno al festejo y con los brazos caídos.
“Una imagen dice más que mil palabras”, fue el comentario general que empezó a acompañar esa fotografía en la conversación digital, propalada especialmente por quienes atribuían a otros motivos que el expuesto por Del Toro para dejar repentinamente, y a 19 días de iniciar la campaña electoral, la candidatura naranja por la presidencia tapatía.
Pero más aún llamó la atención que, ya cuando esa primera foto había circulado profusamente, de los sótanos del partido naranja salió una segunda fotografía en la que, si bien Del Toro no levanta la mano a Lemus como Clemente, sí lo toma del brazo y no manda las señales ni provoca las lecturas de rompimiento y rechazo, como si pasa con la imagen que inicialmente difundieron.
Pero todavía más extraño resultó que especialmente la fotografía de los brazos caídos de Del Toro haya salido de un evento interno y a puerta cerrada del partido Movimiento Ciudadano, al que no se invitó a medios de comunicación para “proteger” al Pope de una muy probable ráfaga de preguntas de las y los periodistas.
Por eso la pregunta es: ¿A quién de dentro del partido Movimiento Ciudadano se le ocurrió aprovechar el momento de natural desconcierto de Del Toro para medrar de él y mandar la señal de que esa actitud de “brazos caídos” podría ser la que tomen otros destacados cuadros naranjas y sus seguidores tras el relevo Pope-Lemus?
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