Bolton Wanderers, al borde de la muerte
A escasas 15 millas de Manchester, donde viven dos de los clubes más acaudalados del orbe, se encuentra la ciudad de Bolton, donde los fans del equipo local se congregan a las afueras del Macron Stadium y cuentan las horas para saber si sus “Trotters” o “Wanderers” (equivalente a vagabundos o errantes) viven o mueren.
Las deudas y malas administraciones tienen al Bolton Wanderers a punto de la desaparición, y de no encontrar comprador antes de las cinco de la tarde del 27 de agosto, el club dejaría de existir tras 145 años de historia y 150 personas ligadas al club se quedarán sin empleo. Los aficionados mexicanos al futbol recordamos a este club inglés por el tiempo que Jared Borgetti estuvo allí entre 2005 y 2006, siendo el primer futbolista azteca en jugar en la Premier League en la historia.
Cuando el atacante sinaloense llegó a los Trotters, el club tenía una trayectoria en ascenso e iban a jugar por primera vez competencias europeas. Bolton se había estabilizado en la Premier League gracias al aporte de jugadores experimentados como Youri Djorkaeff (campeón del mundo con Francia), Agustine Okocha (oro olímpico con Nigeria), Iván Campo (ex central del Real Madrid) o Hidetoshi Nakata (primer jugador japonés relevante en Europa). Además, fue el último club del central español Fernando Hierro, símbolo del Real Madrid.
Aunque Borgetti tuvo buenas actuaciones e hizo goles en todos los torneos, la mayor parte del tiempo fue suplente al no ganarse la confianza de Sam Allardyce, astuto entrenador inglés que también era afecto a repartir más minutos a jugadores de los cuales hubiera obtenido previamente una comisión por su fichaje -por ese motivo fue despedido de la Selección inglesa en 2016-. Sin embargo, la afición vivía días felices y el club siguió trayendo a jugadores como el atacante francés Nicolás Anelka, con el cual lograron clasificar a otra Copa UEFA en la que eliminaron al Atlético de Madrid -entonces dirigido por Javier Aguirre- en 2008.
Sin embargo, los Trotters empezaron a tener temporadas más complicadas y finalmente descendieron en 2012. En el proceso, vivieron un triste incidente en un partido de Copa FA contra el Tottenham cuando el defensor francés Fabrice Muamba sufrió un ataque al corazón y se desplomó en el campo de juego del viejo White Hart Lane, bajo el silencio ensordecedor de los hinchas presentes. Estuvo clínicamente muerto por una hora, pero sobrevivió.
Y con el declive deportivo llegó el declive económico. El club confeccionó plantillas cada vez más mediocres y las deudas cada vez eran más elevadas. Ya en septiembre de 2018, el Bolton estuvo a punto de perder 12 puntos al inicio de la temporada en Championship (equivalente a la Liga de Ascenso en México), debido a sus deudas que ascendían a 4.5 millones de euros. Saldaron ese pendiente, pero eso no impidió que el club descendiera este año a la Liga 1 o Tercera División inglesa.
Apenas en marzo tuvieron que cerrar sus instalaciones de entrenamiento porque no tenían dinero ni para las bebidas hidratantes. En julio pasado, la plantilla y cuerpo técnico del Bolton se pusieron en huelga y se negaron a hacer la pretemporada debido a los compromisos no saldados de la dirigencia, que incluían alrededor de cinco meses de salarios no pagados. Hoy el Bolton sobrevive con una plantilla con una media de edad de 19 años, y sus hinchas buscan comprador que los salve. Las horas siguen corriendo, ¿se detendrá el andar de los Trotters?