Basura, el fracaso de la privatización
Entretenida como está la clase política profesional en la contienda electoral y lucha por el poder en el año 2024, los gobiernos en turno están descuidando seriamente los principales problemas que afectan a los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara. La recolección, manejo y disposición final de la basura o residuos sólidos urbanos es uno de los asuntos más preocupantes y descuidados en la Entidad.
Mientras afloraban las tensiones y conflictos políticos al interior del partido gobernante, Movimiento Ciudadano, entre los aspirantes a suceder al gobernador Enrique Alfaro Ramírez, en la metrópoli continúan explotando los conflictos por el manejo de la basura y las tensiones con la empresa Caabsa Eagle, corporación a la que varios municipios metropolitanos concesionaron el servicio de recolección y disposición final de la basura.
En particular los habitantes de Tonalá han padecido el manejo caprichoso y arbitrario de parte de la empresa Caabsa Eagle, quien contra lo que ha declarado públicamente, ha descuidado el servicio de recolección en la cabecera y las colonias más pobladas de ese municipio. Ante ello, los tonaltecas han reportado que el servicio de recolección de basura ha dejado de funcionar, por lo que las bolsas con residuos se han ido amontonando en las calles generando malos olores y proliferación de bichos.
Ante la falta de voluntad de la empresa para dar el servicio al que está obligada por el contrato firmado con el ayuntamiento, el presidente municipal de Tonalá, Sergio Chávez, pidió a la población “comprensión y confianza” para resolver este problema y anunció que el propio Gobierno municipal llevará a cabo la recolección de basura que debería hacer la empresa Caabsa Eagle.
El problema de recolección de basura en Tonalá se agravó luego de que inspectores de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa) clausuraran el tiradero de basura de Matatlán por malos manejos de los residuos sólidos ahí albergados. Ante el cierre de Matatlán, el alcalde Sergio Chávez anunció que buscarán llevar los residuos de los tonaltecas a basureros en Zapotlanejo o Ixtlahuacán de los Membrillos, mientras se encomienda a Dios para que Caabsa Eagle cumpla sus compromisos, en lugar de exigirle conforme a la ley el contrato firmado con dicha empresa.
El problema del manejo de la basura en la ZMG se agravó tras el obligado cierre del basurero de Los Laureles, asentado en el municipio de Tonalá, pero muy cerca de la cabecera municipal de El Salto en septiembre del año pasado. Tras este cierre, se contempló construir un nuevo centro metropolitano de disposición de desechos en Tala; sin embargo, debió suspenderse ante la oposición de los vecinos que no quisieron mirarse en el espejo de los habitantes de El Salto, que padecieron durante décadas los efectos negativos de la contaminación generada por ese basurero.
La Zona Metropolitana de Guadalajara produce cinco mil toneladas de basura al día, 58 por ciento más que hace 20 años, cuando se producían tres mil 100 toneladas diarias. Tras el cierre de Los Laureles los gobiernos municipales de la Zona Metropolitana de Guadalajara dirigieron su mirada al basurero de Picachos, ubicado en Zapopan. El basurero de Picachos tiene en este momento 38 hectáreas y se anunció que se quiere ampliarlo por 12 hectáreas más, lo que implica mayor riesgo para el manejo adecuado de estas disposiciones finales.
Sin embargo, tanto especialistas como pobladores de los pueblos aledaños a Picachos no sólo se oponen a la ampliación del basurero, sino que piden que no se siga llevando la basura de toda la metrópoli a ese punto, por los daños ambientales que este basurero les ha generado durante años. Entre otros señalan los malos olores y la contaminación de los cuerpos de agua por los lixiviados que genera el tiradero.
En un pronunciamiento que empezaron a divulgar el día de ayer, pobladores de comunidades como San Francisco Ixcatán, Huaxtla, Milpillas, San Isidro, entre otros, se pronunciaron contra la ampliación de Picachos. “Los Pueblos de la Barranca rechazamos este proyecto, pues nuevamente ignoran los reclamos y la vasta documentación que los propios pobladores e investigadores hemos hecho desde 2009 sobre los agravios a la salud, al medio ambiente y la economía local en el territorio. Dicho proyecto implica no sólo la tala de árboles en donde se expandirán las celdas, sino también representa mayores riesgos para la población, dado que más que dar un tratamiento adecuado de los residuos se basa en enterrar la basura provocando montañas de suciedad y contaminación”.
Las protestas sociales contra el mal servicio de basura, contra la instalación de tiraderos o la ampliación de los ya existentes, ponen de manifiesto la mala gestión de la basura por parte de los gobiernos de la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero aún más la apuesta por la privatización que anteriores gobiernos llevaron a cabo. Es necesario que las autoridades municipales vuelvan a convertir este en un servicio público y quitarlo de las manos de los particulares que han lucrado con el manejo de la basura sin resolver el problema.
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