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Sin código de ética ni beisbol nivel máximo en Liga del Pacífico

Dos noticias poco positivas para la afición al Rey de los Deportes en Jalisco y la región Pacífico Norte: la no aprobación de un nuevo Código de Ética aplicable a toda actividad vinculada a la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), el máximo circuito en México que aglutina equipos de beisbol profesional jugando en invierno, y el anuncio en cuanto a que -contrario a lo que se esperaba- la próxima actividad en nuestro país de algunos equipos de Grandes Ligas en 2019 no tendrá como escenario el estadio de beisbol de los Charros de Jalisco ni algún otro campo en que juegan equipos integrados en la máxima Liga mexicana de beisbol invernal. Aunque nunca se llegó a expresar con absoluta contundencia por la directiva de la LMP y la de Charros, se motivó la esperanza en cuanto a que en la casa de los caporales albicelestes, debida y oportunamente ampliada para ello, podrían llegar a jugarse cotejos de series del calendario regular de La Liga Nacional o de La Liga Americana, o al menos algunos encuentros correspondientes a la pretemporada de la Gran Carpa, mas los cotejos entre equipos ligamayoristas que se van a llevar a cabo en México durante 2019 serán en el estadio de los Sultanes de Monterrey de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), coloso deportivo con un gran aforo, aunque sin la ubicación como el de Charros en una urbe estratégicamente cercana y bien conectada a las principales plazas beisboleras de nuestro México.

Entre los pasados días 17 y 18 de agosto se efectuó en la ciudad de San Diego, California, una reunión correspondiente a la Asamblea General de la LMP. No tendría nada de peculiar que una reunión del máximo órgano de gobierno de la organización que encabeza como presidente el sonorense Omar Canizales Soto se efectuare en una urbe beisbolera más allá de nuestro territorio, sino fuere en razón que tiene ya su sede oficial en Guadalajara, estando debidamente instalada desde los primeros días de este mes de agosto en sus cómodas y dignas oficinas ubicadas por la prolongación de la Avenida de las Américas ya casi en los límites entre los municipios de Guadalajara y Zapopan. El que dicho evento se hubiere efectuado en la capital de Jalisco pudo haber sido la magnífica oportunidad para marcar la nueva etapa de la organización beisbolera del Pacífico haciendo presentación formal ante medios de comunicación, comunicadores y comentaristas editoriales además de la gran afición que habita o acude con regularidad al juego de pelota en nuestra Entidad.

Es de esperar que la próxima reunión de la Asamblea de la LMP sea desahogada en sus nuevas oficinas celebrándose así el importante paso que ha sido mudar la sede desde el último lugar en que estuvo asentada, que fue la ciudad de Hermosillo, en Sonora, y festinar que ahora es ya Jalisco la capital del beisbol profesional de invierno en México.

Cuando se dio a conocer que la pasada reunión de la Asamblea de la LMP sería realizada en San Diego, California, se advirtió que los directivos de los ocho equipos que integran la Liga y su presidente, Omar Canizales, habrían de discutir un Código de Ética para ser acatado por directivos, funcionarios, peloteros e integrantes de cuerpos técnicos así como ampayers en cuanto a las actividades inherentes y vinculadas al Rey de los Deportes que organiza o administra la LMP; mas hay que advertir que la reunión del órgano máximo de la LMP coincidió con el cúmulo de comentarios en reacción a la sanción que recibió en Japón el pelotero mexicano Japhet Isidro Amador Hernández, por lo que siendo un oportuno momento para la discusión y tal vez aprobación de ese citado Código de Ética y quizá haber analizado y resuelto como asunto referible al tema de fondo lo relativo a la suspensión que las autoridades del beisbol profesional en Japón endilgaron al toletero oriundo de Mulegé por haberle dictaminado uso de sustancias prohibidas, los jerarcas de la Liga no consideraron adecuado discutir  el conjunto de normas éticas aplicables a la vida de la LMP, pues quizá estorbó para ello el escándalo inherente a la suspensión que le fue endilgada a Amador por la forma tan contrastante como se ha venido manejando el espinoso asunto en la Liga del Pacífico en relación con la Liga veraniega, debiéndose recordar que el gigantón pelotero juega para Charros de Jalisco en la LMP y para Diablos Rojos del México en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), que es el máximo circuito veraniego de beisbol profesional, organización que adoptó una actitud más coherente con el necesario apoyo a la ética deportiva en tanto parece que en la Liga invernal mexicana imperó el interés comercial por encima de los valores morales que deben regir al deporte en el mundo y en México.

Como se sabe, al toletero nacido el 19 de enero de 1987 en la Ciudad de  Mulegé, Baja California Sur, que jugaba con el equipo Rakuten Golden Eagles de la Liga Nipona de Beisbol (NPBL), le dictaron severa suspensión por considerarlo culpable de dopaje con furosemida y clortalidona, violación que Amador ha pretendido negar torpemente aduciendo haber recibido las proscritas sustancias en un gimnasio sin su consentimiento, siendo amplio el contraste pues en tanto la LMB le impidió ser reactivado por Diablos Rojos del México, la directiva de Charros ha expresado tajantemente que no obstante las consideraciones morales y éticas así como el repudio de la sociedad en cuanto al dopaje en el deporte, al no haber obligación alguna de acatar las disposiciones de la Liga japonesa, permitirá jugar a Amador, de quien además ha dicho considera es gran baluarte y lo espera con los brazos abiertos desde pretemporada en septiembre y la LMP respalda el que no obstante la suspensión incoada en Japón, Japhet Amador puede libremente jugar con Charros.
@salvadorcosio1
bambinazos61@gmail.com

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