Baja de ventas y subida de precios es la historia de 2017
El pasado mes de octubre se registró el sexto mes consecutivo de baja de ventas de automóviles nuevos en México. En los primeros 10 meses de este 2017, siete de ellos fueron de números rojos, lo que marca un cambio en la tendencia al alza que se mantenía de manera constante durante los últimos años. De hecho, según Guillermo Prieto, Director de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, las ventas habían crecido 11.5% en promedio anual desde hace siete años, una cifra obviamente difícil de mantenerse. La industria, sin embargo, se resiste a apuntar la subida de precios como principal causa, buscando otros factores para justificar la mudanza en el comportamiento del consumidor nacional durante 2017.
Una de las circunstancias que mencionan es que el crecimiento de ventas ha sido muy distinto según las regiones del país, con los estados del Norte, tradicionales compradores de autos “chocolate” (importados usados, casi siempre ilegales), siendo los que más crecen una vez cerrada la llave -aunque no completamente- de la importación de usados. Les confieso que no entiendo muy bien por qué el hecho de que el mayor crecimiento haya sido en el Norte implique en la baja generalizada.
Otro argumento es que la llamada demanda insatisfecha ha disminuido, significando que la gente que quería comprar un auto nuevo ya lo hizo y listo. Aunque me suena más aceptable, me parece que un país cuya edad del parque de vehículos se calcula en más de 17 años -que seguramente es un cálculo conservador cuando vemos que EUA tiene 13 años de edad promedio en sus autos- , no tiene precisamente satisfecha la demanda por vehículos nuevos.
También se menciona la renegociación del Tratado de Libre Comercio y las elecciones presidenciales internas en 2018 como factor que genera incertidumbre en la población, lo que es cierto, pero no me parece que esto haya influenciado las ventas de abril y las de junio hasta octubre, aunque sí son un gran foco amarillo para 2018.
Precio, precio, precio
Cuando hablan de precios, la industria define como “ajuste tardío”, implicando que esos debieron haber subido antes por el tema del dólar y no subieron. Esa es la parte menos creíble para mí. Porque el dólar, pese al aumento de las semanas recientes cuando rebasó de nuevo la barrera de los 19 pesos, estaba mucho más nervioso a final del año pasado, primero por la incertidumbre sobre las elecciones de Estados Unidos y luego por la victoria de Donald Trump. En ese entonces la paridad con la moneda del vecino del Norte incluso rebasó los 22 pesos. Fue el pretexto perfecto para que todos subieran sus precios luego de un año de récord de ventas. Pero el dólar bajó, se estabilizó en la casa de los 17 pesos y los precios de los autos no sólo bajaron, siguieron al alza.
Ninguna marca lo va a reconocer, pero el mercado mexicano, tradicionalmente el segundo de menor utilidad en el mundo, sólo por debajo de India, vio sus precios más altos porque las marcas decidieron que ya era tiempo de tomar mayores utilidades.
Ahora, luego de medio año de ventas a la baja, se pudiera esperar que la subida de precios al menos se frenara pero no debe ocurrir esto. Este noviembre y diciembre próximo se deberán ver muchas ofertas, ventas con seguros gratis o a meses sin intereses (casi siempre una trampa que esconde un sobreprecio) o sin comisión por apertura de crédito. Pero los precios reales no sólo se mantendrán altos, sino que van a subir más. Por lo que el que esté pensando hacerse de un auto nuevo, tendrá en este el mejor momento, al menos desde el punto de vista financiero, ya que pese a las ventas a la baja, los precios van a seguir al alza. Y 2018 no será un año sencillo.