Ideas

Avance o retroceso

Por fin llega el día soñado y esperado en que podemos gritar a plena voz ¡Viva México!

Porque sin duda la tierra en que nacimos, donde vimos los primeros paisajes con flores multicolores y los verdes más hermosos, el cielo azul y sus variantes: nubes, estrellas o sol radiante; donde escuchamos las primeras canciones de mil variadas voces: de pájaros y de tantas personas que nos rodeaban con su amor…

Sin duda esta oportunidad es buena para alegrarnos por tener una Patria, y nos regocijamos por muchos motivos, si bien en algunos momentos reconocemos que la Independencia no es precisamente “independencia” y que en muchos aspectos no hemos logrado libertad.

Son muchos hilos que nos atan y muchos inconvenientes que condicionan nuestro ser y nuestro hacer.

Si miramos un poco hacia el pasado, los datos que la historia nos reporta, no han sido precisamente de avance en una línea de progreso firme y definitivo. Desde aquel lejano 1810 en que la lucha cruenta fue terrible y prolongada, el conflicto no se ha detenido, por otros motivos, en una forma o en otra, con distintas tonalidades. A partir de entonces, muchas otras luchas, por demás absurdas, se han interpuesto en el camino de cada mexicano.

Cada uno recuerda, sin duda, que el avanzar de los tiempos, no ha sido precisamente evolución y mejora en el caminar de la Nación. Tenemos que reconocer: no hemos progresado…

Y aunque en el presente vivimos encandilados por los avances de las nuevas tecnologías, que nos tienen conectados con todo el mundo y nos dan noticias al instante y nos hacen ver lo que ni en sueños podíamos imaginar: logramos viajar virtualmente, conocer otros lugares, otras culturas, otros idiomas…

No obstante, es preciso reconocer que estos medios enajenan y atan y que precisamente por su amplia gama de posibilidades, nos meten en un atolladero en el que cada avance significa un retroceso.

Simplemente te pongo un ejemplo: cada novedad tecnológica, desplaza todo lo anterior, las nuevas versiones, sea en móvil, o en la compu o lap, nos ponen en la situación de volver a aprender, hacer más inversión, y seguir pagando más y más por programas, apps o servicios cuando ya de por sí es gravoso tener que pagar energía eléctrica, internet, servicio y el costo de los mismos aparatos se elevan en forma exorbitante.

Y lo peor es que una nueva versión desplaza a la anterior y si a mí me gustaba una, ya no puedo trabajar en la plataforma de mi preferencia…

Y ahora que mi computadora sin motivo ni pretexto, ya no quiso funcionar, tampoco yo he podido trabajar. Y todavía sueño con encontrar un lector

para discos de 5” que guardo ilusamente con la idea de rescatar mis escritos tempranos.

En fin, aunque tengamos números muy altos en equipos y en programas, no vamos progresando. Ah pero eso sí, queremos y presumimos el último modelo o la versión más reciente…

Ahora bien, hablando de otro tema, el descontento cunde en muchos ambientes y se contagia mucho más rápido que el virus… y las medidas de presión son indignantes, aparte de que no dan resultados benéficos ni llegan a soluciones satisfactorias.

Muchos otros puntos podríamos analizar. Baste decir que la pandemia no ha sido nuestro mayor azote. Nos dan a diario la cifra de muertos por Covid-19, pero ¿Cuántas personas han muerto a causa de otras enfermedades?

¿Cuál es el número de fallecidos por violencia? Eso es mucho más preocupante.

Entonces nuestro Viva México debe estar en consonancia con la actitud de cada uno de los mexicanos.

Si todos mejoramos, el país mejora.

Dios nos ayude a que así sea.

Y entonces sí podremos gritar: ¡VIVA MÉXICO!

Temas

Sigue navegando