Amparitis
La “farmacia” de amparos de Antonio Cruces Mada, ex titular de Salud Jalisco, resultó más surtida que la de una oficina central del IMSS.
Si Cruces Mada hubiera puesto en su gestión el empeño que ha puesto en su defensa, luego de las acusaciones que pesan en su contra por corrupción, la Secretaría de Salud Jalisco tendría los estándares de eficiencia y calidad de cualquier país nórdico.
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En el segundo día de la glosa del Primer Informe de Gobierno de Enrique Alfaro, los diputados le bajaron a los aplausos, aunque volvieron a expresar felicitaciones y agradecimientos a los funcionarios.
El diputado morenista, Bruno Blancas Mercado, se aventó la puntada de la jornada. Dijo que los indicadores económicos positivos de los que hablaron los funcionarios estatales reflejaban una realidad alterna de un país llamado “alfarilandia” y, como buen morenista, él tiene otros datos.
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Quien casi develó placa por su enésima comparecencia en el Congreso fue Diego Monraz, que ayer acudió a su séptima glosa de un Informe, ahora ya no como panista, sino como emecista y como titular de la Secretaría de Transporte.
Con la piel bien gruesa y el colmillo largo, Monraz capoteó los cuestionamientos de las diputadas priistas Mariana Fernández y Sofía García, que intentaron ponerle un cuatro con el aumento al transporte.
En cambio, un secretario “novato” con menos oficio político como el de Medio Ambiente, Sergio Graf, estaba más preocupado por el tiempo del que disponía para responder que en ahondar en sus explicaciones.
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Justo el día que los grillos aseguraron que el sheriff Salvador Caro estaba distanciado de Enrique Alfaro, el gobernador presumió su relación con el legislador emecista.
“El diputado Salvador Caro ha sido clave en este proceso y hoy nos reunimos para revisar la agenda legislativa que se viene para el próximo año. Ha hecho un gran trabajo y no vamos a bajar el ritmo”, escribió Alfaro en sus redes.
Para que a nadie le quepa duda.